El texto sobre La visión del Perú al 2050 es el más reciente ejercicio prospectivo sobre el futuro de nuestra nación.

Se trata de una visión compartida del futuro de nuestra sociedad,  formulada desde varias miradas en que convergen especialidades distintas y puntos de vista singulares.  

La visión futurista fue presentada por el propio jefe de Estado en la última sesión del  Acuerdo Nacional -lunes 29 de abril-  reunión del foro consagrada al examen de lo que nos espera en los próximos treinta años.

Toca varias dimensiones, el sistema político, la economía, la lucha contra la corrupción, el ambiente, la salud, educación y cultura, las relaciones internacionales, los objetivos sostenibles (ODS) de la Carta de las Naciones Unidas.

Tiene antecedentes. Por ejemplo la obra colectiva “Cuando despertemos en el 2062, visiones del Perú en cincuenta años”, editado por la académica Cynthia Sanborn (Universidad del Pacifico, 2012), cuya reseña de entonces revisitamos hoy.

También  son citables numerosos estudios sobre variables pesadas del desarrollo socioeconómico, proyecciones modelisticas y econométricas sobre las tendencias demográficas, la evolución de la población, el avance del empleo y la informalidad, el impacto de la pobreza monetaria y multidimensional, la desigualdad económica, la migración y las distancias sociales.

Algunos de esos trabajos provienen de las universidades, otros del BCRP, el MEF, otros de planeamiento (CEPLAN), usando  la información estadística del INEI y en la dinámica social, el seguimiento de los conflictos que entrega mensualmente la Defensoría del Pueblo.

Volviendo al texto principal de cuando despertemos… la obra colectiva que precede a la visión, algunas de las preguntas sustantivas para la gobernanza hacia el futuro se encuentran allí planteadas.  

Por ejemplo ¿Cómo saber si durara la fase expansiva de largo plazo del ciclo económico peruano y si lo fuera, ¿por cuánto tiempo?  

La lectura “El PIB, tres siglos pasados y media centuria venidera”, absuelve esta inquietud.

Está en el ensayo sobre la evolución de las Cuentas Nacionales del Perú en el largo plazo, escrito a dos manos por Bruno Seminario y Nikolai Alva.  

Ellos se propusieron  mediciones y proyecciones del Producto interno bruto y de la demanda agregada, la población, el ingreso per cápita, producto sectorial, la inversión y el empleo.

Mostraron la importancia del consumo privado en el crecimiento económico, el peso del  gasto del gobierno y  la regulación de los stocks. 

Allí están las respuestas sobre el pasado.

Y la mirada ancha sobre el próximo medio siglo como horizonte cuyo antecedente se remonta al  monumental libro de Seminario sobre el desarrollo de la economía peruana en la era moderna.

Para construir y reconstruir las series de cuentas nacionales, estos Stone peruanos se apoyaron, además, en rigurosos estudios teóricos, estadísticos e históricos del ciclo. (Sutil homenaje a Nicolai Kondratieff)

Describieron las trayectorias de las series de datos en gráficos que captan más finamente las tendencias del crecimiento y sus fluctuaciones. Seminario incluso se atrevió  a reconstruir la tasa promedio de crecimiento del PIB en los tres siglos previos al nuestro.

Y por supuesto ambos, Bruno y Nikolai escrutaron el horizonte 2012-2062, cincuenta años de  futuro, estimando las tasas anuales de crecimiento del ciclo largo (a la Kondratieff, ciclo de 51 años), los ciclos medianos contenidos en el ciclo largo, como son tres ciclos kutznets (15 años) o  ciclos  cortos como cinco ciclos juglares (de 10) y fluctuaciones de coyuntura equivalentes a 25 kitchin (cada una de 2 a 4 años,  ciclos de inventarios).

Claro que para cálculos semejantes se usan técnicas de contrastación,  VAR, espectral, ciclos de Fourier, filtros estadísticos (Granger, Prescott, otros matemáticos y estocásticos).

Al fino trabajo de Seminario et alii le sigue el magistral ensayo sobre la “Futurología de la economía política peruana” de Jurgen Schuldt. Indispensable para comprender la heterogeneidad estructural de nuestra formación socioeconómica.

Examina las características de los bloques de articulaciones eslabonadas  que surgen de la parte moderna, urbana, internacionalizada, de la matriz insumo producto de la economía (INEI 2012). Distingue, con estilo ameno, las abismales diferencias de productividad, generación de excedentes, valor agregado, y empleo sectorial entre el sector informal urbano y el núcleo transnacionalizado.

Segmenta los “complejos productivos sectoriales” principales: minería e hidrocarburos, construcción e inmobiliaria, industria pesada y ligera, los servicios gubernamentales y financieros, agropecuario y comercio, electricidad y comunicaciones.

Observa las abismales desigualdades entre estos heterogéneos modos de producción y de circulación del capital,  entre ellos y el resto de la economía.  Un bloque con tecnologías de punta, que genera pocos empleos, funciona con bajos salarios y alta productividad, muchas utilidades en concentradas apropiaciones de plusvalías y del poder de mercado. Y de otra parte, la “gran mayoría”,  muchas ocupaciones menores y artesanales, sobretodo rurales y periurbanos, de muy poca productividad y en los que se concentran los brazos de proletarios, vendedores ambulantes, talleristas, confeccionistas,  los “informales”.

De no cambiarse este patrón esquinado y dualista, sugiere, antes del 2062, la política democrática resolverá la oposición entre las necesidades de los más y los recursos atesorados en manos de los menos, una búsqueda que puede ser áspera. 

El libro se completa con una incisiva prospección de las principales tendencias internacionales.

Crisis globales, proyecciones demográficas, tecnologías, cambios ambientales y biodiversos, transición energética y estructuras económicas. Amenazas.  Esta ojeada prospectiva viene del profesor Germán Alarco Tosoni.  Destaca la importancia que le concede a las herramientas regulatorias del ciclo. El uso de la política monetaria (inflation targeting plus), la gestión de protocolos cambiarios, la regulación financiera y las armas contra cíclicas de la política fiscal, en especial del déficit estructural en contextos de sostenibilidad de la deuda externa.   

Finalmente, Elsa y Francisco Galarza (Rosario Gómez, Joanna Kamiche) abordan el reto de la gobernanza ambiental frente al cambio climático.

La aproximación es novedosa y documentada. Desfilan soluciones a la escasez de agua, el fenómeno del Niño, las emisiones de CO2, las dificultades de manejo y acondicionamiento del territorio, ciudades, institucionalidad territorial.  

Es muy  imaginativa la medición del futuro climático mediante el análisis espectral de las series de anillos de los árboles para identificar la ciclicidad del clima tanto como la medición de la brecha de infraestructura.

El libro, sin duda, es un coherente esfuerzo colectivo y pluridisciplinario, una suerte de nuevos Siete Ensayos modernos de interpretación de la realidad nacional, un obsequio de 533 páginas, todo con una bibliografía suficiente. que ilumina, con mirada fresca y horizonte secular,  a la indispensable visión concertada  del país que ahora  propone el equipo de  Javier Iguiñiz desde el foro del  Acuerdo Nacional. 

Gonzalo García  Núñez

Economista y ex presidente del Consejo Nacional de la Magistratura

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