José Alfredo Pérez Opinión

La fórmula para ser papá

Suelen decir que nadie nos enseña a ser padres. Tengo mis dudas. Una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida fue la de ir a las clases de profilaxis prenatal antes de que naciera mi hija mayor. Entre las cosas que más recuerdo, aprendí por ejemplo que el tamaño del estómago de mi hija no sería el de una pelota de tennis, ni el de una pelota de ping pong, sino que tendría el tamaño de una canica. Por eso no era necesario “inflar” su pancita con otro alimento que no fuera la leche materna.

También estaba advertido sobre lo que ocurriría ni bien ella naciera y los días inmediatamente posteriores: comenzaría un mecanismo bastante institucionalizado de cómo generar angustia en los padres para terminar aceptando darles lo que aquí conocemos como fórmula (sustituto artificial de la leche materna) a sus bebés. Entiendo que hay situaciones que ameritan hacerlo, pero no era nuestro caso. Pues dicho y hecho, ni bien nació nuestra hija insistimos para que tome el calostro de su madre (ese es el nombre que reciben las primeras gotas de leche materna, que es el mejor alimento posible para ese momento). Luego de ello se inició el proceso. Una enfermera se encargó de comentarnos que los primeros días las mujeres no suelen generar leche suficiente para alimentar a sus bebés y nos dejó una latita pequeña de fórmula. Al día siguiente se apareció un reconocido médico pediatra que trabaja en una clínica, también muy conocida, con una lata (más grande por supuesto) de fórmula en la mano, diciendo que las mujeres no generaban suficiente leche, que no aguantaríamos el llanto de nuestra hija y que lo mejor era darle ese producto. Siendo yo consciente del intenso proceso mental y físico que implica dar a luz a una bebé, me propuse hacerme cargo de ese tema desde un inicio sin recurrir a nadie mas. La verdad me sentía muy bien entrenado para ese momento, por lo que terminé echando al médico de la habitación y al día siguiente presenté mi denuncia al Ministerio de Salud (contra la clínica y el médico).

En términos de lo que suelo escribir en estas columnas, no hice otra cosa sino activar las políticas públicas de mi país en materia de salud. Si bien no obtuve respuesta ni medidas concretas al respecto, todo lo que ocurrió me ha servido muchísimo, no solamente porque creo que ello constituye una de las mejores cosas que como papá he podido hacer por mis hijas en lo que implica alentar, reforzar y sostener tal decisión (nunca tomaron fórmula, sólo leche materna durante el primer año y a partir de allí comida normal; han pasado ya varios años y una buena señal es que están sanas y fuertes), sino también porque a partir de ese incidente no dejo de pensar en qué tipo de padre quiero ser y qué puedo hacer por ellas para que vivan en un mejor lugar.

Y entonces cada vez tengo mayor certeza que quiero que mis hijas sean más mujeres y menos princesas (como me dijo alguien alguna vez), que sepan afrontar la vida, que tengan herramientas para defenderse de esas y otras fórmulas que intenten imponerles, que no necesiten de nadie para salir adelante, que sean lo que quieran ser y que este país se los permita. Entonces pienso en cómo me gustaría que sea el Perú para que ellas no terminen buscando un futuro en otro lugar. Paridad, alternancia, más oportunidades, más participación, más inclusión y menos violencia no harán otra cosa sino generar igualdad de condiciones para ellas y otras mujeres, y las animarán a tener un mayor protagonismo y a sentirse más empoderadas para tomar decisiones. Si bien no tengo LA receta para ser papá, si tengo claro cómo quiero que vivan, qué cosas tienen que cambiar para ello y en qué puedo contribuir para lograrlo. Esa es mi fórmula.

Feliz día del padre.

José Alfredo Pérez Duharte.
Doctor en Gobierno y Administración Pública por la Universidad Complutense. Institucionalista, académico y experto en temas electorales y de gobernabilidad. Asesor académico de GOBERNA Perú. En la actualidad me desempeño como Director de la Escuela Registral.

1 comment on “La fórmula para ser papá

  1. Jorge Castañeda

    Excelente maestro, mucho por hacer, pero el reto se ha asumido y culmina hasta que ellos tomen su propio camino. Pero siempre estaremos para ellos. Padres por siempre.

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