La explosiva migración de venezolanos al Perú es producto de la difícil situación que por años viene sufriendo el pueblo venezolano, debido al gobierno que Hugo Chávez inauguró bajo el modelo del socialismo del siglo XXI y que hoy naufraga bajo la conducción del incompetente Nicolás Maduro y que ha generado una de las más grandes migraciones forzadas del mundo.
Al inicio del gobierno de Hugo Chávez, el experimento del socialismo del siglo XXI consistió principalmente en estatizar cada vez más la economía venezolana y subsidiar no solamente los productos básicos del consumo interno sino que hizo uso de una “generosidad” que consistió en trasladar fondos a países, gobiernos y a políticos que seguían su línea ideológica siendo los más beneficiados el gobierno de Cuba y los países del ALBA (*). Todo ello fue posible gracias al alto precio del petróleo, producto del que Venezuela, a nivel mundial, fue uno de los principales productores.
La caída del precio del petróleo afectó esta práctica populista-socialista que generó la pérdida de puestos de trabajo, escasez de alimentos y un futuro incierto para miles de venezolanos. Todo esto ha traído como consecuencia que muchos abandonen su patria, llegando a la fecha a más de 4 millones que se encuentran en el extranjero.
El Perú precisamente, es uno de los países que ha recibido mayor cantidad de venezolanos más de 800,000, después de Colombia donde habitan casi 1´200,000 y así otros países principalmente Ecuador, Chile, Argentina y por supuesto también han llegado a Costa Rica, Panamá y Estados Unidos en el continente americano, así como otros tantos han emigrado a Europa, mayoritariamente a España, Italia y Portugal.
En el caso del Perú, no solamente han sido recibidos con la hospitalidad que caracteriza a nuestro pueblo sino que han sabido acomodarse, una parte importante, en medio de la informalidad que caracteriza a la economía peruana. Otro tanto, pero minoritario, que está entre el 12 y 15% han conseguido trabajo en lo formal. O sea, el 85% está en la informalidad, donde muchas veces son explotados laboralmente o capturados por mafias que se dedican, también entre otras, a la trata de personas.
Esta migración forzada, que en muchos de los casos es por la angustia, la penuria, por la persecución política o la falta de libertades que sufren en Venezuela viene también con gente que ha generado actos de violencia y criminalidad que conocemos por los medios de comunicación y que ha ocasionado un rechazo a dicha migración.
Pero siendo justos, esto es una parte del componente total de los venezolanos en el Perú que debe ser combatido policialmente y debe ser sancionado con la expulsión de estos malos elementos del territorio nacional.
(*) El ALBA, Alianza de Países Bolivarianos: Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua y algunos países del Caribe.
El Perú también tiene 3´500,000 de compatriotas en el exterior y muchas veces algunos de ellos se caracterizan por sus malas prácticas, ello no debe ser justificación para que se descalifique la migración en general, porque la mayoría de migrantes son emprendedores, empeñosos laboralmente porque quieren salir adelante y casi siempre ayudan a sus familiares en su país de origen.
El papa Francisco siempre hace un llamado a la tolerancia y solidaridad frente a las migraciones, que no solamente suceden en América Latina sino que se dan en el mundo de hoy, producto del hambre y la miseria, o de gobiernos déspotas y autoritarios como el de Nicolás Maduro.
Frente a las migraciones forzadas el gobierno debe ser muy cuidadoso en sus decisiones ante esta dramática realidad social.
Armando Borda.
Presidente del Instituto de Estudios Social Cristianos
Buen artículo que deja un mensaje de reflexión al actual gobierno enfocando la realidad venezolana con claridad meridiana.