Tras la captura del ex presidente Alejandro Toledo a manos de la justicia estadounidense, el viernes se decidirá su futuro. En una audiencia de fianza se sabrá si seguirá el proceso de extradición en prisión o en libertad. Hasta ese momento, permanecerá detenido como parte del proceso que podría demorar un año, según palabras del ministro de Justicia, Vicente Zeballos.
“En números redondos, podría tardar un año. La detención nos da certeza y seguridad porque ya está sometido a la autoridad judicial norteamericana y el proceso de extradición está en curso”, sostuvo el titular de la cartera de Justicia. Para seguir la diligencia, el procurador ad hoc Jorge Ramírez viajará a EEUU.
La detención del ex mandatario representa “un importante paso para la extradición y el retorno de Alejandro Toledo a rendir cuentas a la justicia de nuestro país”, según la Cancillería. Para el Estudio Foley Hoag LLP, encargado de la defensa peruana, si Toledo presenta un hábeas corpus y es denegado, la corte norteamericana podría aceptar la extradición.
De suceder lo mencionado anteriormente, la Oficina de Aplicación de la Ley e Inteligencia de Estados Unidos evaluará la documentación presentada. Posteriormente podría enviar el pedido de extradición a los asesores jurídicos del secretario de Estado. En caso él acceda a la solitud, se ordenaría al alguacil encargado de la custodia de Toledo Manrique que lo entreguen a las autoridades del Perú.
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