Opinión Yang Chang

El capital dormido del capitalismo

El capitalismo es un sistema económico que se basa en un conjunto de condiciones o convenciones sociales que deben de ocurrir para que opere. Como son: los derechos de propiedad privada sobre los medios de producción, la asignación eficiente de los recursos a través de mecanismo de mercado, intervención subsidiaria del estado en la actividad económica y la libertad para acumular capital para generar riqueza.

El capital y su acumulación, para el crecimiento, han sido la base del supuesto desarrollo de nuestra sociedad desde la revolución industrial. Si bien es incuestionable el impulso que ha dado al crecimiento de las economías a nivel mundial prevaleciendo sobre otros sistemas económicos como el socialista, es significativamente cuestionable que el sistema haya traído desarrollo a las todas las naciones.

De acuerdo a Credit Suisse[1]: “… el 90% de la población del planeta posee menos del 20% de la riqueza disponible, y que seis de cada diez adultos en el mundo apenas tienen un patrimonio inferior a 10,000 dólares”. Lo que implica que el resultado de la aplicación del sistema capitalista, ha generado una abismal diferencia entre personas en el mundo. Diferencia que no se condice con el esperado desarrollo y muestra, por otro lado, la indiferencia de los Estados ante este escenario insostenible en el largo plazo.

El desarrollo de una nación no se puede medir por la cantidad de productos que se producen y venden. Un aproximado menos cuestionable podría ser el nivel de ingresos por habitante y la capacidad adquisitiva relativa de estos ingresos. Sin embargo, sigue siendo aún insuficiente. Una nación no puede hablar de desarrollo en la medida que esto implique la destrucción de todos los recursos naturales de esa nación y que toda la riqueza, que nace del consumo de esos recursos, termine acumulándose en muy pocas manos.

Credit Suisse[2], también nos dice que “El 45% de la riqueza del mundo está en manos del 1% más rico del planeta”. Lo que representa una enorme concentración de la riqueza en muy pocas manos y una gran cantidad de recursos dormidos. La pregunta que deviene de este hecho es de qué manera esas personas podrían gastar esos activos financieros durante toda su existencia o la de sus futuras descendencias para que ingrese a la economía. La respuesta es bastante complicada y posiblemente no les alcance la vida para consumir esos recursos ni la de su descendencia (como una persona promedio).

Lo que ocurre finalmente en este escenario, en donde muy pocos tienen todo, es lo mismo que ocurre en una partida de Monopolio, en donde los que tienen más y mejores activos van absorbiendo los recursos de los otros tenedores de activos, hasta que finalmente se quedan con todo y dejan sin nada a los otros. Si bien en un juego puede ser divertido en la vida real, eso significa en muchos casos la muerte de las personas al ser incapaces de sostener sus condiciones de vida.

Los estados y la sociedad en general, deben de logran que esta absurda concentración de la riqueza cambie. La consecuencia de no hacerlo será la ruptura del estado de derecho y el surgimiento de revoluciones advenedizas. Para ello se podría por ejemplo poner límites a la acumulación de riquezas, las mismas no deberían sobre pasar la misma existencia de la persona, deberían revertir al estado y ser redistribuidos para lograr la conservación del medio ambiente y las condiciones de vida de las personas (salud, educaciones y seguridad).

Otra alternativa, menos probable que podría ocurrir es que las mismas personas que han logrado acumular esos montos de riquezas decidan por propia acción destinar sus fortunas a las mismas actividades de conservación del medio ambiente y mejorar las condiciones de vida de las personas, como en su momento hicieron Rockefeller y Carnegie, y más recientemente, Warren Buffett y Bill Gates.

Lo importante, es que ese capital dormido sea adecuadamente reinsertado en la economía mundial, y que contribuya no solo al crecimiento, sino fundamentalmente al desarrollo de las naciones y la conservación de los recursos.


[1] https://www.lavanguardia.com/economia/20191022/471129046510/riqueza-mundial-desequilibrio-estudio.html.

[2] https://www.lavanguardia.com/economia/20191022/471129046510/riqueza-mundial-desequilibrio-estudio.html.

Yang Chang.
Mba por incae con especialización en finanzas y licenciado en economía por la universidad de lima. actualmente se desempeña como gerente general y director en globokas perú; director en agencias de cobros kasnet; vicepresidente del comité de administración de coopera (cooperativa de ahorro y crédito); catedrático en udep (universidad de piura) en temas financieros; y consultor de empresas.

1 comment on “El capital dormido del capitalismo

  1. Hola Yang, gracias por tu artículo, tres preguntas y una crítica constructiva.
    Preguntas: ¿En el párrafo tres, en que te basas para afirmar que el sistema capitalista es el que ha generado una abismal diferencia entre personas? ¿No podría haber sido otra variable? realmente hay un incremento en estas diferencias o la diferencia se está acortando?
    Crítica: En el párrafo siete, haz escrito “deben logran” y debería ser “deben lograr”. Saludos

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