Diez puntos concordados
Quienes aspiran a la Presidencia de la República, conscientes de la crisis de confianza, comprometidos con la imperiosa necesidad de superar la inestabilidad política y social existente que impide tanto la recuperación socioeconómica como alcanzar el bienestar general sin exclusiones, suscribimos el presente PACTO DEL BICENTENARIO reafirmando que:
- El Perú es una república y se basa en los valores del Estado Constitucional de Derecho que reconoce y privilegia la libertad preexistente de la persona. La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado. Deben primar el honor, la privacidad, la presunción de inocencia, la integridad, la honestidad intelectual, la paz social y la igualdad frente a la ley, en el marco de nuestra Constitución y las leyes.
- Por tanto, debemos respetar, sin exclusión, los derechos humanos, la libertad de expresión y de prensa, así como deplorar todo intento de imposición de cualquier Verdad Única que anule el derecho a elegir. Asimismo, debemos de rechazar la violencia de cualquier naturaleza, el insulto, el maltrato, el menosprecio y la estigmatización de cualquier índole.
- Fomentaremos el respeto irrestricto al equilibrio de poderes, el ejercicio íntegro y transparente de la función pública, la defensa de la Seguridad Nacional y Ciudadana, la rendición oportuna, constante y suficiente de las cuentas públicas. Condenamos y denunciaremos todo acto indebido o ilegal de las autoridades electas o designadas dándolo a conocer inmediatamente a todos los peruanos y a las autoridades competentes para que actúen conforme a la ley sin demoras ni encubrimientos.
- Reconocemos que la pobreza y la pobreza extrema sólo pueden superarse mediante el crecimiento sostenido y plural de nuestra economía, la priorización absoluta de una educación superadora, la salud preventiva integral, el acceso colectivo al agua potable, una drástica simplificación de las leyes, la digitalización y simplificación de todos los procesos públicos (administrativos y judiciales), la gestión eficiente y eficaz de la seguridad, de la gestión de los programas sociales, del desarrollo de la infraestructura, del combate sin cuartel a la corrupción, al narcotráfico y a toda práctica económica ilegal o indebida que perjudique a parte o al conjunto de la sociedad, principalmente.
- El Estado debe ejercer el principio de autoridad, gestionar eficaz y eficientemente todos los recursos del Estado. Todas sus decisiones deben ser realistas, profundizar la cooperación con el sector privado, con los distintos estamentos de la sociedad y favorecer la solidaridad procurando el bienestar general sin exclusiones.
- Valoramos, promovemos y protegemos el emprendimiento, la iniciativa y la propiedad privada, fuentes principales e insustituibles de la riqueza nacional y del bienestar general sin exclusiones.
- Valoramos y protegemos nuestra biodiversidad. Igualmente valoramos y protegemos la exploración y explotación de nuestros recursos naturales, nuestras culturas ancestrales y el diálogo intercultural.
- Dada la crisis de confianza existente, practicaremos y fomentaremos la difusión y el pleno ejercicio de los valores ciudadanos, familiares, solidarios, interculturales y la peruanidad. Todos debemos comprometernos en esta revolución ciudadana de valores y compromiso activo. Rescatamos y valoramos la participación de todas las generaciones por cuanto todas debemos aprender a ser mejores personas y ciudadanos.
- Nuestra historia bicentenaria es suficiente aliento para iniciar una nueva etapa republicana que encarne y ejercite los valores y compromisos expuestos. La persona que resulte electa para conducir los destinos del país que suscriba el presente Pacto, sin renunciar a fiscalizar respetuosamente lo necesario, contará con el suficiente respaldo político de nuestras bancadas que resulten electas y así dotaremos a su gobierno de la estabilidad indispensable y de los mecanismos suficientes para que pueda ejercer el poder legítimo obtenido en las urnas en favor del bienestar general sin exclusiones.
- El presente Pacto del Bicentenario, sin precedentes nacionales, nos compromete históricamente como aspirantes a Presidente de la República reafirmando que es el primer servidor del país por cuanto ejerce la Jefatura del Estado, la presidencia del Poder Ejecutivo, la Jefatura Suprema de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional y especialmente en razón que encarna a nuestra Nación.
Declarando que nuestras organizaciones políticas y nuestros candidatos a las vicepresidencias y al congreso adquieren iguales compromisos, lo suscribimos en el día de la fecha.
Javier González-Olaechea Franco.
Polítólogo e internacionalista. Licenciado en Ciencias Políticas,Especialización en RRII por la U Católica Argentina. Administración de Gobierno por la École Nationale d’Administration, Francia. Doctorando en Ciencia Política por la U de Belgrano, Argentina, tesis doctoral presentada y por sustentar. Fundador y CEO de González-Olaechea Consultores & Asociados, en formación. Investigador y conferencista internacional sobre el Convenio OIT 169 sobre pueblos indígenas y tribales y la Consulta Previa.
Diría incompleto e light / Deberá definir que el Gobierno electo respetará la Cobstitucion y se someterá a Juicio Sumario Cuidadano En caso incumpla con artificios legales/ Deberá defender la herencia histórica de ser una Republica Unitaria Occidental y mayoría Cristiana en busca del Bien Común / Deberá comprometerse y jurar e terminar las taras heredadas de los Gobiernos anteriores y para ello Reformará el Ministerio Público y Poder Judicial y se retirará de toda Organización Internacional que en sus actuales Políticas Globalistas atente contra la Soberanía del Estado Peruano // Se retirará del Pacto de San José de Costa Rica por ser elemento que auspicia el Narco terrorismo y Apoyo a Organizaciones Extranjeras en contra del Peru // LQQD /
Hay dos partes sumamente preocupantes:
1) En el segundo punto dice que se debe “deplorar todo intento de imposición de cualquier Verdad Unica que anule el **derecho de elegir**.” Esa frase, “derecho de elegir”, es, para muchos grupos de odio feministas y agrupcaciones políticas de la izquierda, un código por el aborto libre. Al contrario, nuestro compromiso del bicentenario debe ser proteger el derecho absoluto a la vida sin discriminar.
2) En el octavo punto dice que “todos debemos comprometernos en ésta revolución ciudadana de valores.” A mí parece que quiere decir ababdonar los valores tradicionales a favor de los “valores” progresistas que en realidad incluyen mucha discriminación entre las personas así como fomentar el odio y rechazo a la religión. Es lo que significó la “revolución cultural” de China, por ejemplo.
Al contrario, los valores tradicionales son los que dicen que cada persona es creada igual y con el mismo valor, y por eso merece el trato igual y justo por la sociedad.
Por eso, sin clarificación satisfactoria de esos dos puntos, no puedo recomendar que los candidatos firmen éste pacto, y tampoco puedo apoyar a un candidato que lo firme.
En cuanto al primer punto, el “atenuante” es que se dice que no debe haber una “vedad” única (léase Pensamiento Único), el cual se nos pretende imponer y, que según creo, incluye precisamente cosas como el aborto libre, la ideología de género (con todo lo que implica) y otros, imposición que viene de buena parte de los medios y desde el mismo gobierno. Creo que es favorable porque también está en juego el elegir ser de derecha popular, o confesional, que es lo que les arde a los progres y zurdos por que saben que el grueso de la población comparte estos valores tradicionales.
(Al margen, creo que la clave es que el conservadurismo, siendo una síntesis de ideas con igual peso con la otra síntesis, que el liberalismo, merece la misma consideración. NO se puede estigmatizar a los conservadores, tal como se hace desde los mismos medios y de gran parte del gobierno)
En todo lo demás concuerdo plenamente.