Por el sabio Einstein aprendimos que “la estupidez humana es infinita” y la locura “es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados”.
Por la historia nacional aprendimos, que en estos doscientos un años de república, ha habido gobernantes y políticos estúpidos, y que la locura de tenerlos, con golpes militares, se arreglaba casi todo.
No soy sabio, pero sí realista. No soy golpista, pero sí patriota. Entiendo que pasada la borrachera popular – de que los pobres serán ricos o los ricos, pobres – desde la campaña electoral y luego con la ascensión al poder político de Perú Libre con el dúo Cerrón y Castillo, el país ha comprobado dos cosas: que la estupidez tiene un límite y que sería una locura mayúscula ingresar a un sistema socialista que solo trae pobreza extrema y pueblos sin libertades.
En los ocho meses de desgobierno, la crisis nos agobia, la malversación nos acogota, el robo sistemático nos da cólera y lo que más duele es que los encargados de corregirlo ante tantas evidencias de mal gobierno y están en primera línea, como la Fiscalía de la Nación y el Congreso Nacional, presentan fisuras en su organización y en sus objetivos por remediarlo. En esa situación, hay un espacio que la sociedad civil, debe llenar mediante la protesta y si eso falla lo más práctico sería que se vayan todos; y que un gobierno militar como en 1962 con Pérez Godoy, sin posturas débiles como Sánchez Cerro, ni comunistas, ni dictatoriales como Velasco, ordene el país y vayamos a elecciones generales en el menor tiempo posible y para que no repitamos las mismas cosas, en consenso y en democracia con inclusión social, sentemos las bases de un Perú mejor, erradicando la corrupción y el mal gobierno.
En cualquier forma de acción, expuesta, no impuesta, no hay que perder la esperanza. La sensatez proviene de restaurar la democracia, de encausar el país hacia la unidad y postura republicana para que se retorne al suelo libertario que nuestros próceres, mártires y ciudadanos vistiendo el uniforme de la Patria consiguieron.
Víctor Velásquez Pérez Salmon. Coronel del Ejército del Perú en Situación de Retiro. Se ha desempeñado como Catedrático de Historia Militar en la Escuela Superior de Guerra, Director de la Comisión Permanente de Historia, y miembro del Proyecto Ejercito 2001. Es autor de varias publicaciones de historia, ensayos, poesía y cuento.
0 comments on “Entre la estupidez y la locura”