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Caminando al centenario

El pasado 9 de marzo el Puericultorio Pérez Araníbar cumplió 92 años de fundación. Creado para albergar a los niños en condición de pobreza, abandono, o desprotección, por un notable médico arequipeño, Don Augusto Pérez Araníbar, quien en esos años se desempeñaba como Director de la Sociedad de Beneficencia de Lima.

Pocos saben que las Beneficencias en el Perú, son instituciones ciudadanas, privadas, que fueron intervenidas ilegalmente por el gobierno, desde 1968, y que gracias al DL 1411 de setiembre de 2018, han recuperado su derecho y naturaleza privado.

La Beneficencia de Lima, por ejemplo construyó con fondos ciudadanos, privados, los 8 hospitales de la Ciudad, 6 de los cuales fueron expropiados irregularmente, sin haberle pagado un centavo, a la institución encargada de velar por los pobres. Aún quedan en administración estatal 2 de ellos, con una deuda grandiosa que, aún ahora, el Estado se rehúsa a honrar. Es decir precarios y morosos, con dinero de los pobres. Una vergüenza.

Pero, regresando al Puericultorio (Pueri = Niños y Cultorio = Cultivo), éste fue un espacio diseñado para formar a los mejores niños de la ciudad. Para cerrar las brechas de desigualdad. Para darles las oportunidades que la vida, por las circunstancias que fueran, les había negado.

Son más de nueve décadas en las que han pasado generaciones de peruanos que, pudiendo haber tenido una vida destinada al fracaso, el Puericultorio les dio una esperanza y les trazó un camino para ser ciudadanos de bien.

Actualmente existe un reto muy grande de retomar esa senda que, durante la administración pública, fue abandonada. Hay un Plan Maestro con objetivos a corto, mediano y largo plazo, apuntando al Centenario de esta linda institución.

Pero debemos entender que esto es una tarea de todos. No solo de la Beneficencia que solventa el presupuesto con fondos propios, provenientes de la administración de su patrimonio. Recordemos que no recibe un sol del Estado. Sino principalmente de todos los ciudadanos. Se puede apoyar de diversas maneras.

Una ciudad que se preocupa por sus ciudadanos, no puede dejar de lado a la niñez más vulnerable. Los limeños y peruanos debemos comprometernos a apoyar las diversas iniciativas que surgen para que esta ‘Ciudad’ creada para ver resplandecer a los niños, recobre sus luces y vuelva a ser el espacio formativo, cultural y familiar para lo cual existe hace casi 100 años.

Importante también trabajar coordinadamente con las instituciones públicas encargadas de velar por los pobres, como el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables y otras. Las Beneficencias cumplen un rol complementario al Estado y por ello, lejos de tener un papel confrontacional, deben apoyar para sacar adelante los proyectos que están encaminados. Siempre vigilantes, pero promotores.

Por último, siendo una institución ciudadana, es fundamental el rol que cumplen, también, las autoridades locales, tanto distritales, como provinciales. Los niños del Puericultorio son los hijos privilegiados de la ciudad de Lima. Y así lo han entendido los Alcaldes tanto de Lima, como de Magdalena, acompañando de cerca este proceso.

Si trabajamos todos de la mano, entonces se habrá cumplido el sueño de peruanos héroes como Don Augusto Pérez Araníbar, Don Víctor Larco Herrera, Doña Ignacia Rodulfo de Canevaro, Don Alfredo Alvarez Calderón, Don Tomás Valle, Don Miguel Echenique y muchos otros notables que entendieron la manera de hacer patria en el siglo pasado.

Enhorabuena Puericultorio Pérez Araníbar. Un saludo especial para sus Directoras, que llevan adelante esta titánica labor, para Operación Mato Grosso, a cargo de la formación, para todos los voluntariados, empresas e instituciones que siempre están apoyando y los mejores deseos para la propia Beneficencia de Lima que trabaja incansablemente para cumplir estos objetivos.

Guillermo Ackermann Menacho
Desde hace 40 años me desempeño como gestor en la industria de las comunicaciones y el marketing, tanto en medios tradicionales, radio y televisión, en la producción de contenidos audiovisuales, documentales, videos institucionales, programas y publicidad, realizados en 24 países. Desde mi juventud he participado en diversas iniciativas sociales, deportivas y religiosas, como gestor y voluntario. Soy un convencido que este mundo se puede cambiar si cada uno pone su granito de arena y, en lo que hago, trato de poner el mío.

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