Luis Otoya Trelles Opinión

Un gobernante en offside

La oposición en el legislativo se enfrenta al gobernante para demostrar, con el reglamento y la ley en la mano, que ha sido sorprendido en una posición fuera de lugar, pretendiendo sacar ventaja.

Pedro Castillo, desde la semana pasada era consciente que la oposición, con las 50 firmas de adhesión que había logrado, podría obtener los 52 votos que necesitaban en el pleno del Congreso para que se apruebe la moción para debatir la vacancia presidencial. Por ello sorprendiendo a muchos, el gobernante haciendo uso de su derecho constitucional, solicitó al Congreso se le permita asistir al hemiciclo para dar un mensaje a la nación.

A partir de ese momento una serie de rumores y especulaciones aparecieron en la prensa y en redes sociales, las cuales habían sido propiciadas por la expectativa generada por el premier sobre un anuncio sorpresa que haría el mandatario en su mensaje. Concluido el discurso no fue sorpresa comprobar que el gobernante no dijo nada que sorprendiera.

Lo que sí sorprendió fue escuchar al mismo premier, entrevistado por la prensa después del mensaje, confirmando la certeza del rumor que inicialmente sí había sido considerado como parte del discurso el anuncio de una convocatoria a elecciones generales, pero que finalmente el presidente había decidido no incluirlo para “hacer un último intento por la concertación en el Congreso”.

Más allá del comentario fuera de lugar de Aníbal Torres en perjuicio de Pedro Castillo, lo que quedó en evidencia es que todo había sido una burda “puesta en escena” para interferir con el ya iniciado proceso de vacancia.

Realmente el mensaje, más que enunciar los “logros” y planes del gobierno, estuvo dirigido a esos congresistas que Pedro Castillo creía tener de su lado. Los mismos que con sus votos, el día anterior a su mensaje, habían decidido apoyar mayoritariamente la moción de vacancia.

Lamentablemente la oposición es minoría en el Congreso, lo que haría muy difícil alcanzar los 87 votos necesarios para la vacancia.  Pero, en la coyuntura actual, podría contribuir a la vacancia la actitud soberbia que ha asumido el Gobierno, al sentirse respaldado y blindado por los votos de varios congresistas de los partidos considerados de oposición. Esto parece no permitirle al gobierno medir las consecuencias de la creciente indignación de la población ante las serias denuncias de corrupción.

En los próximos días podremos comprobar si ha jugado en contra del Gobierno la lectura que pudieran haber dado sus circunstanciales aliados en el Congreso, al conocer que el gobernante estuvo a punto de anunciar el manido “nos vamos todos” que atentaría contra los intereses y la seguridad que buscaban los congresistas que, defraudando a sus electores, habían decidido aliarse con el gobierno para disfrutar de la cercanía al poder y el “paquete” de beneficios que esto conlleva. No les debe haber gustado nada sentirse amenazados por un gobierno que de la noche a la mañana los podría dejar literalmente fuera del juego.

Esto podría ser una buena oportunidad para la oposición en el Congreso de recuperar esos votos y los de algunos congresistas del oficialismo que, ante la posibilidad de no culminar el período para el cual fueron elegidos por mandato popular, recapaciten sobre el modelo económico que están respaldando y que sólo viene logrando que en nuestro país los pobres sean cada mes más pobre.

Los congresistas saben que, en el supuesto hasta ahora poco probable, la oposición alcanzara los votos suficientes, el gobernante podría ser vacado por incapacidad moral permanente al igual que su vicepresidenta. Ante este escenario el presidente del Congreso asumiría transitoriamente la presidencia de la República y si así lo decidieran los congresistas, solo convocarían a nuevas elecciones presidenciales. Una vez que el nuevo presidente juramente, los congresistas se mantendrían en el parlamento hasta culminar su mandato.

Nos preguntamos entonces, ¿por qué seguir avalando con sus votos a un gobierno manchado por la corrupción?

Luis Otoya Trelles
Comunicador con 42 años en la publicidad y el marketing. Columnista de VOX POPULI y DIARIO EXPRESO. He sido: Director de la APAP, Director de United Way International Perú, Presidente del Tribunal de Ética de la SNRTV, Presidente y fundador del Consejo Nacional de Autorregulación Publicitaria (CONAR). Director Divisiones Menores de Alianza Lima. Soy una persona libre que persigo mi sueño de contribuir con mi país, He decidido participar activamente en política asumiendo el riesgo de terminar frustrado y salir chamuscado en el intento.

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