Mucho se ha llamado la atención pública en torno de un Comité de Bioética o Ética Biomédica. Nuestro país, desafortunadamente, está en pañales en este punto, si bien existen algunos en hospitales y centros de investigación. Un Comité de Bioética se define como un conjunto de personas destinadas a evaluar “casos de perplejidad”. Son aquellos en los que no se sabe qué hacer ante un evento asistencial en salud o investigaciones realizadas en una institución determinada, donde intervienen humanos y/o animales como pacientes.
Los Comités Asistenciales pertenecen, en su mayoría, al mundo de la salud. Están destinados a evaluar situaciones conflictivas que lindan con criterios médicos. Por ejemplo, qué tratamiento se le debería aplicar a un paciente oncológico. Los Comités de Investigación Biomédica evalúan todo aquello que concierne a estudios con seres vivos. Existe todo un protocolo a seguir cuando se prueban nuevos fármacos o el uso de placebos en ensayos clínicos. Esto último concierne a verificar si el producto funciona y qué efectos colaterales generaría.
Algunas entidades han formado un Comité, fundamental para la resolución de tales situaciones. Estos equipos tan necesarios, por cierto, deben estar conformados por un médico, una enfermera, un biólogo, un religioso, un psicólogo, un abogado, un contador que evalúe gastos, un filósofo y un ciudadano de a pie. La opinión de este último es crucial, ya que refleja el sentido común de la sociedad civil.
Además, debe tener un número impar de componentes, en caso de que se produzca un empate en la votación de decisiones; el régimen ha de ser ad honorem, para garantizar su auténtico funcionamiento y neutralidad. Existen algunos Comités en los cuales sus miembros reciben una remuneración, pero ello tiene que evitarse a toda costa, porque es factible generar un favoritismo hacia alguna de las partes en conflicto. Por ejemplo, si un laboratorio determinado desea probar un nuevo fármaco en paciente de VIH o de Covid, para ubicarnos en contexto, el hecho de que el Comité Evaluador obtenga honorarios afectaría la línea de resolución en diferentes casos, beneficiando a la empresa en cuestión que, mediante lobistas, brindaría ciertos incentivos a quienes toman las decisiones. Estos Comités no se relacionan con los fundados por el Colegio Médico del Perú o la Federación Médica Peruana que, más bien, se manejan de acuerdo con un criterio deontológico*. Existe la premura, sobre todo, del establecimiento de Comités de Bioética Asistenciales para evaluar problemáticas que se presenten en un hospital público o una clínica privada. Existe uno en el Hospital del Niño que funciona muy bien y algunas clínicas privadas ya cuentan con ellos. Otros hospitales universitarios o de investigación también han configurado el suyo, con el objetivo de evaluar los procesos seguidos en estas áreas. Pero ya urge la conformación de un Comité de Bioética Nacional. Aunque se han realizado algunos intentos desde el MINSA, estos han resultado fallidos.
En el polémico caso de Ana Estrada, quien solicita el suicidio asistido a futuro, qué importante hubiese resultado la opinión de un organismo semejante para que evalúe con la seriedad del caso la petición de la ciudadana. Sin embargo, esto no fue así: el Poder Judicial emitió una errónea sentencia sin el mínimo asesoramiento. Así como este, se presenta una cantidad enorme de “casos de perplejidad” que necesitan el veredicto de especialistas competentes en el tema. Todo debe servir para concientizar a las autoridades y a la población de la importancia de los mismos. En plena pandemia, se han dejado extrañar en el ensayo clínico de las vacunas, efectuado quizás sin la opinión profesional y experta de voces autorizadas. Vamos con todo hacia un Comité Nacional que en estos tiempos del coronavirus es de vital importancia.
*Procede del término Deontología, es decir, de la “Ética del desempeño profesional”
Miryam Patricia Falla Guirao
Licenciada en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Doctora en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA). Exbecaria de Investigación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de la República Argentina en el área de Ética y Bioética. Docente Universitaria en pre y post-grado. Conferencista en universidades, colegios profesionales e instituciones jurídicas y de salud.
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