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¿Se nos viene la tercera guerra mundial?

MARTIN BELAUNDE

La advertencia de Putin a Biden que deje de suministrar misiles a Ucrania después del hundimiento del crucero Moskva en el Mar Negro, con la amenaza de que Rusia podrá utilizar armas de un mayor poder destructivo, implica el escalamiento de la invasión de Ucrania a un conflicto de alcance nuclear. Estamos frente a una disyuntiva de un efecto devastador en buena medida ocasionado por la impotencia de Rusia de conquistar Ucrania en un “operativo militar especial” iniciado hace más de 50 días con la idea de que iba a ser un paseo triunfal.

No lo ha sido ni lo es, pero la destrucción física originada por Rusia supera largamente lo imaginado al principio, debiéndose también considerar un éxodo de más tres millones de refugiados a los países vecinos, en particular Polonia, lo cual implica el violento despoblamiento de Ucrania en un tamaño que el mundo no había visto después del fin de la Segunda Guerra Mundial. Putin en su diabólico afán de someter a Ucrania, un país hermano de Rusia y además su origen histórico, ha logrado precisamente lo contrario de lo que pretendía conseguir. Si Ucrania y Rusia fueron hermanos hoy dejaron de serlo. Se han convertido en enemigos irreconciliables y las heridas ocasionadas por la funesta invasión ordenada por Putin no se curarán en muchas décadas y generaciones.

Pero volvamos al tema del escalamiento. Putin ha notificado  a los Estados Unidos y a sus aliados de la OTAN que Rusia está decidida a utilizar armas nucleares tácticas sea en Ucrania o en algún lugar cercano de Europa. Esa advertencia conlleva la posibilidad de un mayor escalamiento y que el conflicto se convierta en una guerra nuclear mundial con misiles dirigidos a las principales ciudades norteamericanas y europeas, obviamente con la represalia simultánea sobre ciudades rusas. Hace más veinte años se habló de la famosa Guerra de las Galaxias, consistente en una cortina protectora de los Estados Unidos que impedía a los misiles rusos avanzar sobre sus objetivos. Más allá de que ese avance científico tecnológico tuviera existencia real, lo cierto es que precipitó la perestroika y el glasnost de Gorbachov así como la disolución de la Unión Soviética a fines de 1991. Las consecuencias de ese colapso son  conocidas por todos para extenderme sobre ellas, excepto que Putin, en ese momento un oficial de la KGB, tuvo que abandonar Alemania Oriental para retornar a Rusia, que se redujo a sus antiguas fronteras de la época de Pedro el Grande. Treinta años después está tratando de revertir tal derrota con  la agresión a un país hermano, sin lograr su objetivo a pesar de su inmenso tamaño  y del poderío sus fuerzas armadas frente a la debilidad aparente de Ucrania.

Ninguna nación del mundo se merece el conflicto desatado por Putin, ni Ucrania ni sus vecinos, ni los países europeos integrados a la OTAN muchos de los cuales fueron aliados de la Unión Soviética hasta su fin, ni los Estados Unidos ni Latinoamérica en general, ni el resto del mundo en Asia, África y Oceanía, ciertamente tampoco el pueblo ruso infelizmente engañado por su presidente. Sin embargo todos están sufriendo sus efectos, la víctima en primer lugar y  también el victimario por las sanciones económicas que le han impuesto y por las muertes sufridas por su ejército invasor, desde generales hasta simples soldados rasos y los tripulantes del hundido crucero Moskva, que refleja la frustración del atacante en una guerra injusta y salvaje. Putin es un auténtico émulo de Hitler, que si no es depuesto por sus propios adláteres será juzgado por la comunidad internacional, sea por la Corte Penal Internacional en el supuesto que tenga competencia para ese fin, o por algún otro medio de justicia que se establezca en el mundo una vez que termine la invasión de Ucrania con la derrota del agresor.

Hay otros dos aspectos que merecen un comentario adicional. El primero la actitud de China como aliado silencioso de Rusia  y la posibilidad que inicie un ataque aeronaval y anfibio para someter a Taiwán, hasta ahora un país independiente y próspero  que vive bajo la sombra de Beijing pero con una poderosa fuerza armada. Taiwán es una isla de 35,000 kilómetros separada del continente por un estrecho de 180 millas, con una población del orden de los 24 millones, así como  una economía muy significativa  en el campo tecnológico. Taiwán es la sede la República China que representa el recuerdo del orden antiguo derrotado por los comunistas a mediados del siglo pasado. ¿Se animará  a invadirla el régimen comunista de Xi Jing Ping aprovechando la actual crisis mundial? Creo que no o mejor dicho cifro mis esperanzas en que no se lance a otra guerra suicida.

El segundo aspecto dentro de esta perspectiva mundial, a pesar que Rusia no es parte del Estatuto de Roma (lo firmó pero no lo ratificó) y por lo tanto la Corte Penal Internacional carece de competencia para juzgarla por su criminal invasión a Ucrania, si ha sufrido la condena de la Asamblea General de las Naciones Unidas en una resolución muy reciente. En adición a ello debemos tener en cuenta la Resolución No. 3314 aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 14 de diciembre de 1974, cuyo Artículo I considera que: “La agresión es un uso de la fuerza armada por un Estado contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de otro Estado…”. No cabe duda, por lo tanto, que la Rusia de Putin ha agredido a Ucrania, que se ha defendido con todos los medios a su disposición, bajo el heroico liderazgo de su presidente Zelenski, en una lucha desigual que sin duda se rectificará moral y materialmente más temprano que tarde.

Martín Belaunde Moreyra
Bachiller en Derecho y Abogado por la PUCP y Magíster en Derecho Civil y Comercial por la USMP. Abogado en ejercicio especializado en Derecho Minero e Hidrocarburos.  Autor del libro “Derecho Minero y Concesión”. Ha sido Vice Decano, y Decano del Colegio de Abogados de Lima, y Presidente de la Junta de Decanos de los Colegios de Abogados del Perú y en el ámbito público: Embajador del Perú en Argentina y Congresista de la República del Perú en el período 2011-2016.

2 comments on “¿Se nos viene la tercera guerra mundial?

  1. OPINION DE DESMEMORIADO; Ninguna nación del mundo se merece el conflicto desatado por Putin,…
    Zelensky si puede atacar el Dombás:
    Israel a Palestina
    Turquía a Irak
    USA a Siria
    USA a Irak
    Etc…

  2. Martín Belaunfe Moreyra

    El Donbás es parte de Ucrania

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