El gobierno de Pedro Castillo tiene muy bien definidos sus objetivos inmediatos: confrontar al Congreso hasta cerrarlo, hostigar a la prensa para amordazarla y cambiar la Constitución vigente. Así tendría el camino libre para poner en marcha su perverso plan de perennizarse en el poder.
Castillo y sus ministros están en campaña por todo el Perú. Aprovechando los mal llamados “consejos de ministros descentralizados”, pagados con el dinero de todos los peruanos, buscan exacerbar la lucha de clases, “pechan” al Congreso y fustigan a la prensa para callarlos, tratando de imponernos con prepotencia una nueva asamblea constituyente.
Al interior del gobierno de Pedro Castillo parecen necesitar urgentemente un psicólogo para superar su paranoia con la Constitución, a la que le atribuyen la subida de los precios de alimentos y combustibles, el desempleo, la falta de medicinas, pasaportes, brevetes, DNI y la culpan por todo el caos en nuestro país. No reconocen su ineptitud e incapacidad para gobernar, ni asumen la responsabilidad en la desestabilización de nuestra economía cada vez que persisten obstinadamente en cambiar la Constitución.
Los ataques a la prensa son el pan de cada día. El gobierno anda muy preocupado por las denuncias de presunta corrupción de importantes funcionarios de las empresas públicas. Pareciera que se hubieran propuesto acallar la libertad de prensa con cartas notariales, juicios y sentencias a medios de comunicación y sus principales periodistas, como ha pasado con Willax, Panamericana Televisión, Expreso, Beto Ortíz, Rosana Cueva, Antonio Ramírez, Fernando Rospigliosi, entre otros. El sueño de este gobierno es un Perú sin prensa de oposición, ni periodistas incómodos.
Lamentablemente la inacción de la justicia no contribuye con investigar y probar la descarada corrupción denunciada. Pero en cambio parece coludirse con el poder de turno para perseguir a sus adversarios
En la coyuntura actual, qué empresario en su sano juicio podría creerle al gobernante cuando dice que “el Perú es un destino seguro para que inviertan las empresas nacionales y extranjeras”. Esto no será posible si persiste en cambiar la Constitución y aún mantiene en su cargo a un primer ministro que parece haber desarrollado sólo sus habilidades de agitador social, exacerbando sin parar la confrontación y odio contra el Congreso, la prensa y el empresariado. Aníbal Torres no se ha sonrojado al firmar el proyecto de ley, del Ejecutivo al Congreso, solicitando la Constituyente que reiteradas veces negara, con cinismo, estuviera en los planes del gobierno.
A partir de la intención del gobierno de insistir en la constituyente, se ha reactivado el interés de algunos de sus ex aliados como Verónika Mendoza, quien a pesar de reconocer que el gobierno de Pedro Castillo ha fracasado ahora quiere convencer, a quienes lo eligieron, que con Keiko habría sido peor. Perversa e interesada, como se le conoce, ha salido rápido a apoyar una ilegal asamblea constituyente que haría posible que más Castillos la elaboren y nos sigan gobernando.
Por su lado Cerrón es consciente que “la izquierda tiene el gobierno, pero no tiene el poder”. Sabe que nadie le confiere poder a quienes con sus incendiarias declaraciones son un peligro para la economía del país y nuestras libertades. Por eso lo vemos empecinado en cerrar el Congreso y cambiar la Constitución para mantener su poder.
El gran responsable del caos que vivimos es Pedro Castillo y no la Constitución vigente.
La economía de nuestro país crecía AC (antes de Castillo). Pero si no nos oponemos con firmeza nuestros derechos y libertades podrían cambiar radicalmente DC (después de la constituyente).
No queremos una asamblea constituyente, queremos una oposición unida en el Congreso para buscar una salida legal a este nocivo gobierno.
Pedro Castillo debe ser destituido por sus reiteradas infracciones a la Constitución. Un nuevo presidente del Congreso debería asumir transitoriamente la presidencia de la República para convocar a elecciones, nombrar un gabinete de consenso, realizar los cambios que aseguren elecciones limpias y restituya de inmediato la justicia en nuestro país.
Luis Otoya Trelles
Comunicador con 42 años en la publicidad y el marketing. Columnista de VOX POPULI y DIARIO EXPRESO. He sido: Director de la APAP, Director de United Way International Perú, Presidente del Tribunal de Ética de la SNRTV, Presidente y fundador del Consejo Nacional de Autorregulación Publicitaria (CONAR). Director Divisiones Menores de Alianza Lima. Soy una persona libre que persigo mi sueño de contribuir con mi país, He decidido participar activamente en política asumiendo el riesgo de terminar frustrado y salir chamuscado en el intento.
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