Existen muchas formas de definir lo que es el liderazgo, una de ellas dice que es el arte de influir en el comportamiento de los seres humanos de una manera tal que se gane su obediencia, respeto y su leal cooperación en aras del logro de un objetivo común.
Se dice también que es la capacidad que tienen ciertos seres humanos para motivar, influir, organizar y llevar a cabo las acciones que sean necesarias para alcanzar un objetivo que comprenda a un grupo de personas o de grupos dentro de un marco de valores y principios.
Se puede ejercer en diversos campos de la actividad humana como los deportes, la educación, lo científico, en lo militar y en lo político.
Ciertamente, el liderazgo se ejerce con integridad personal y valores éticos y siempre con acuerdo a lo que señala la lealtad, la honestidad y la honradez.
Una persona signada por la corrupción jamás será un líder.
En la política, se dice, que un dirigente es un mercader de esperanzas, pero como la política es el arte de lo posible el que la ejerce debe conseguir que lo posible sea realizable, estar convencido de querer lo que se puede y, por supuesto, como una suerte de imperativo categórico, debe subordinar los intereses particulares o de grupo, al interés de la colectividad.
En este sentido cobra vigencia lo que en alguna oportunidad dijo el dramaturgo irlandés George Bernard Shaw: “Pues has de saber joven temerario, que, en este mundo gobernado por las estrellas, el destino nos conduce a hallar el bien supremo en aquello que podemos y no en lo que deseamos”.
En el decurso de la civilización humana, han marcado su presencia y su liderazgo prohombres y mujeres que han dirigido con éxito el destino de sus naciones, entre ellos, solo por citar quizá a los más conocidos, citaremos a Alejandro Magno, Winston Churchill, Nelson Mandela y Mahatma Ghandi. Desde luego podemos citar a muchos más que, sin lugar a dudas, han contribuido al engrandecimiento de sus países, de la ciencia y del bienestar de nuestra civilización.
Alejandro Magno (356 ac- 323 ac) fue rey de Macedonia, hegemón (que ejercía dominio) de Grecia, faraón de Egipto y gran rey de Persia y en los 33 años que vivió conquistó medio mundo de ese entonces y fue el iniciador del helenismo (unión de lo griego y los pueblos conquistados) y lo hizo con su proclamación como generalísimo de la Liga Panhelénica, haciéndose además miembro de la Anfictionía de Delfos. Fue un líder brillante, que lo hacía ser el primero en la línea de combate.
Alejandro inició la invasión de la poderosa Persia, gran potencia de esos tiempos con tan solo 30,000 infantes y 5,000 jinetes. El resultado de su audacia y de su liderazgo fue la destrucción y conquista del inmenso imperio persa.
Se casó con Roxana de Bactrania, de esos territorios, y demostró además de ser un gran estratega, talento de estadista ya que se acercó y adoptó las costumbres de los nativos. En los territorios conquistados, nombró comandantes de las guarniciones militares a los generales macedonios, pero, los asuntos económicos los confió a los griegos que eran los que mejor los conocían y, algo mejor, puso al frente de la administración a los aristócratas locales que, ciertamente, la conocían mejor que los macedonios y los griegos.
Gran lección de liderazgo, poner al frente de estos delicados asuntos a los más preparados en beneficio de los pueblos conquistados.
Margareth Thatcher (1,925-2013), es otro gran ejemplo de liderazgo que, según los especialistas, tenía una clara visión de que el Estado no debe ser un obstáculo para la libertad. Se le conocía como la Dama de Hierro y fue una representante del retorno de las ideas de la libertad, fue una opositora del estatismo.
Tatcher, cuando ganó las elecciones en el Reino Unido sabía que se enfrentaba a un sector público tan ineficiente como corrupto, situación que la llevó a desarrollar, a la brevedad, una serie de políticas basadas en un liderazgo de fuerte contenido moral.
Jamás le gustaron las ideas de que la prosperidad puede ser otorgada por el Estado; pensaba que éste tenía como misión proporcionar seguridad y que esa era su principal responsabilidad. Un Estado grande y dominador significa un problema más que un favorecedor de las iniciativas individuales y empresariales
Thatcher pensaba que el Estado jamás debería ser un obstáculo para la libertad; sus ideas coherentes y precisas, además de su reconocido liderazgo, hicieron posible que la Inglaterra de entonces que atravesaba momentos sumamente difíciles, se levantara de su letargo y se convirtiera nuevamente en una potencia mundial.
Este formidable renacimiento fue posible gracias al liderazgo de una mujer que se comprometió a servir a su país con el espíritu que debe caracterizar a un político; jamás, en un servicio que signifique el abusivo e irresponsable manejo de los fondos públicos.
Al asumir el poder en Downing Street, encontró a una Inglaterra decadente y de inmediato dictó una serie de iniciativas políticas y económicas a efectos de revertir la situación económica de ese entonces lo cual significó desregular el sistema financiero, la flexibilización del mercado laboral, la privatización de las empresas públicas y, algo muy importante, redujo el poder de los abusivos sindicatos. ‘Se oponía férreamente a la formación de la Unión Europea, hoy sabemos que después de haber formado parte de ella terminó apartándose vía lo que conocemos como el Brexit. Enfrentó la guerra de las Malvinas con éxito lo que le valió un incremento considerable de su popularidad.
Fue reelegida 3 veces, pero por cuestiones relacionadas con un impopular impuesto conocido como Pool Tax, renunció a su cargo.
Otro líder extraordinario, también inglés, fue Sir Winston Churchill
(1,874-1,965) cuyo liderazgo durante la segunda guerra mundial lo ha hecho formar parte de las grandes páginas de la historia de la humanidad.
Se afirma que 3 rasgos de su extraordinaria personalidad le permitieron liderar con éxito a su país hacia la victoria en la enorme hecatombe que enfrentó al mundo; estos fueron su energía que sicológicamente le permitió levantar al máximo la moral de sus conciudadanos al igual que para vencer los prejuicios de los aliados; su honestidad, que le permitió ganar la confianza de sus subordinados y, su convicción que le permitió derrotar el pesimismo y trasmitir confianza, seguridad y una firme determinación en sus comunicados; es decir, las cualidades que deben caracterizar a un líder en tan difíciles circunstancias.
Churchill ejerció un liderazgo efectivo que le permitió tener una visión que lo ayudó a ver el futuro próspero de su país y lo hizo con una estrategia muy bien planificada que contó con el apoyo ciudadano que se comprometió con el logro de los objetivos que se trazaron. Esta condición de líder le permitió actuar con resolución y fe en la victoria frente a la adversidad que significó el ataque relámpago de los alemanes, actuando siempre con determinación y perseverancia para lograr encarnar el sentimiento de su nación demostrando una empatía superlativa porque sufrió con su pueblo y los alentó a no darse por vencidos ni aun vencidos.
Churchill, en definitiva, ejerció su liderazgo con solidez y firmeza y quizá esto le permitió enfrentar, antes de la guerra, en 1,938 al Primer Ministro inglés Neville Chamberlain con clara visión futurista cuando le dijo: “entre la guerra y el deshonor, usted ha elegido el deshonor, y tendrá guerra”.
Otro líder de la humanidad fue Nelson Mandela (1,918- 2013) que libró una lucha extraordinaria en su país, Sudáfrica, para terminar con el poder político del apartheid (desarrollo separado de las razas) terminando convertido en un símbolo de la lucha por los derechos humanos.
Mandela se graduó de abogado y en 1,944, se hizo miembro del Congreso Nacional Africano, trabajando arduamente para abolir el apartheid lo que hizo que las autoridades del Partido Nacional en el poder lo llevaran a los tribunales de justicia. En ese entonces Mandela dijo “he luchado contra la dominación blanca y he luchado contra la dominación negra. He abrigado el ideal de una sociedad libre y democrática en la que todas las personas vivan unidas en armonía y con las mismas oportunidades. Es un ideal para el que espero vivir y que espero conseguir. Pero es un ideal por el que estoy preparado para morir, si es necesario”.
Fue sentenciado a cadena perpetua y se convirtió en un símbolo de la resistencia para el movimiento antiapartheid, negándose en varias oportunidades a renunciar a su posición política a efectos de obtener su libertad. Finalmente, y recibiendo el apoyo de diferentes lugares del mundo fue puesto en libertad en 1,990, luego de permanecer en prisión durante 27 años. En 1,994, fue electo presidente de su país.
Fue un líder innato que mostró al mundo un efectivo liderazgo en las condiciones más adversas y nunca se dejó intimidar por las múltiples dificultades y maltratos que enfrentó, siempre tendrá vigencia una de sus frases “siempre parece imposible hasta que se hace”.
Finalmente, veamos a continuación a otro líder que tuvo mucha significación para su país y para el mundo. Se trata de Mahatma Ghandi nacido en la India (1,869- 1,948) que condujo a la independencia de su país del Imperio Británico y lo hizo mediante el ejercicio de una revolución pacífica; su movimiento no utilizó la violencia sino la resistencia pasiva. Su nombre era Mohandas Karamchand Ghandi (Mahatma significa alma grande) y es considerado el padre de la India. Fue un líder nacionalista y gran defensor de la igualdad y de la justicia en la búsqueda del fin de las desigualdades que sufría la ciudadanía de su país.
Sus principales características en el logro de su liderazgo fueron, la definición de un propósito, la disciplina, la integridad y la espiritualidad.
La definición de un propósito significó claridad en el logro de sus objetivos que fueron claves para obtener la independencia de su país. Su disciplina lo llevó a la práctica de prolongados ayunos como forma de protesta y la integridad y la espiritualidad las propició adoptándolos como sus propios principios, no dejando de creer nunca en la “no violencia” como la ruta ideal para liberar a su país de Inglaterra.
La India obtuvo su independencia en 1,947 pero, lamentablemente en 1,948 un extremista hindú lo asesinó a sangra fría. El Imperio Británico perdió la joya de su corona y, hoy en día, la India es el segundo país más poblado del mundo que a pesar de tener mucha pobreza se ha convertido en una potencia nuclear.
El liderazgo en la conducción de las naciones es fundamental para su crecimiento y desarrollo y un líder político debe tener sentido de finalidad y cualidades humanas e intelectuales que le permitan enfrenta con éxito los delicados problemas de su nación y, sin duda, debe ser un creador de civilización al margen de ideologías perversas que inexorablemente lesionan la dignidad y las libertades ciudadanas. Un líder político establece una graduación de los problemas por enfrentar y establece prioridades con acuerdo a una bien establecida jerarquía de principios y valores y debe, en esencia, acertar en el cálculo de las consecuencias que tendrán su toma de decisiones.
Habiendo examinado a grandes rasgos lo que es el liderazgo y, entre muchos más, a grandes líderes de la humanidad, comprenderemos que su ausencia en cualquier campo de la actividad civilizada, máxime si se trata de la conducción de un país, provocará una serie de muy graves problemas en su economía generando más pobreza, desconcierto y pérdida de libertades como las de expresión y de prensa. Lo que está ocurriendo en Rusia y su infausta y condenable guerra contra Ucrania es un claro ejemplo de un liderazgo autoritario que oprime las libertades de su propio pueblo con consecuencias imprevisibles no solo para la Federación Rusa sino para toda la humanidad.
Nuestro país actualmente está sufriendo la ausencia del liderazgo democrático que debería caracterizar a su conductor, cuyo accionar huérfano de ideas y de principios y valores está lesionando seriamente la economía y los pequeños logros que se habían obtenido en términos de institucionalidad. No existe un plan estratégico que oriente de una manera sensata los destinos del país; tampoco, desde luego, la capacidad intelectual, técnica y moral que nos permita ver una luz al cabo de 5 años de tan desafortunada gestión gubernamental.
Una estupenda frase que grafica el ejercicio de un buen liderazgo:
“El mejor ejecutivo es aquel que tiene el sentido suficiente para escoger HOMBRES BUENOS para hacer lo que quieren hacer y la MODERACIÓN suficiente para no meterse con ellos mientras lo hacen”.
Theodore Roosevelt
Tomás Teobaldo Marky Montero. Estudió en la Escuela Militar de Chorrillos, egresando el 01 de enero de 1965. Pertenece al arma de infantería y es General de división en situación de retiro. Es graduado de la Escuela Superior de Guerra del Ejército y del Centro de Altos Estudios Militares. Fue Jefe Político Militar de Ayacucho, Comandante General de la Tercera y Cuarta Regiones Militares; Inspector General del Ejército y, jefe del Estado Mayor General del Ejército.
EXCELENTE, FELICITACIONES
Muy útil. Felicitaciones.