“Es inútil tratar de evitar que yo recorra este país, porque millones de Lulas lo recorren por mí, es inútil tratar de terminar mis ideas, ellas ya están planeando en el aire y no tienen como encarcelarlas, es inútil tratar de parar mis sueños, porque cuando yo pare de soñar, soñaré a través de sus mentes y de sus sueños, es inútil creer que todo acabará el día que Lula tenga un infarto, es una tontería porque mi corazón latirá en el corazón de ustedes y en millones de corazones, los poderosos podrán matar una, dos o cien rosas, pero nunca detendrán la llegada de la primavera, porque nuestra lucha está en busca de la primavera”. Así termina este bonito discurso del expresidente brasileño Lula da Silva ante miles de ciudadanos absortos y emocionados en una atiborrada plaza que trataban de impedir que Lula se entregue a la justicia después de estar prófugo unos días, lo que Lula no dijo es la razón por la cual lo detenían, la justicia brasileña en sus 3 instancias lo encontró culpable de corrupción y lavado de activos al encontrársele haber recibido un lujoso departamento y una casa de campo en Sao Paulo por parte de una empresa constructora (la misma del escándalo en Perú) cuyos directivos envueltos en la Operación Lava Jato en su colaboración eficaz confesaron haberlo coimeado. Existen otros procesos judiciales por la compra de estas empresas de un terreno de 2 millones de dólares para el instituto que Lula fundó, otra casa y entregas de sumas de dinero en efectivo a cambio de contratos de miles de millones con la estatal Petrobras y con distintos ministerios. Lula fue sentenciado, estuvo preso hasta que un juez el año pasado ha dicho que se juzgue todo de nuevo y que mientras tanto salga en libertad, Lula está expedito para postular nuevamente y lo más probable es que gane de nuevo en este octubre ¿Qué hace que las masas sigan a un líder corrupto? ¿Por qué pareciera que la justicia es más contemplativa con alguien de izquierda que uno de centro o de derecha? ¿La corrupción es menos corrupción y menos punible si se roba mientras se discursea demagógicamente por los pobres aunque en verdad se les robe? Corrupción es corrupción siempre sin importar donde se ubique, sin embargo, los esquemas mentales, que se convierten en esquemas sociales, fijan patrones de decisiones a nivel individual y a nivel colectivo. Por ejemplo, la academia sueca postergó por muchos años el otorgamiento del premio nobel de literatura a muchos escritores, entre ellos a nuestro nobel Vargas Llosa, porque su pensamiento e ideología no era de izquierda, había (y sigue habiendo) una clara tendencia a premiar a escritores de izquierda, tanto se equivocó la academia que muchos escritores, incluyendo los de izquierda, renunciaron a recibir ese premio porque no la consideraban “seria” a la hora de definir el mérito estrictamente literario. Regresando a Brasil y al ingreso al palacio de la Alvorada, residencia oficial del presidente, existen 2 placas que llaman la atención, una a la izquierda donde dice: “este palacio se terminó de refaccionar gracias a la generosidad de las empresas (lista los nombres) siendo presidente Fernando Color de Mello”, y a la derecha la otra placa que dice “este palacio se terminó de refaccionar gracias a la generosidad de las empresas (lista los nombres) siendo presidente Luis Ignacio Lula Da Silva”, aunque la ubicación de las placas, siguiendo la línea política de cada presidente, debería estar a la inversa, lo que llama la atención es que son las mismas empresas que coimearon a ambos presidentes (y seguramente a casi todos) y que copiaron el mismo modus operandi en Perú, hoy, los directivos de esas empresas están procesados por corrupción y acogidos a la colaboración eficaz.
En nuestro país hay igual o peores casos de corrupción, y ahí hay una gran responsabilidad de otros poderes, la justicia y el congreso tienen que cumplir su rol, pero nuestro esquema mental colectivo, justamente por ese discurso de “en busca de la primavera y contra los poderosos”, hace que muchos ciudadanos elijan a alguien que hable bonito, aunque les esté robando en sus narices y aunque estén temblando de frío y hambre, siempre verán al invierno como primavera.
Ismael Iglesias
Oficial FAP en retiro. Licenciado en Ciencias de la Administración Aeroespacial. Graduado en Inteligencia. Bachiller en Ciencia Política. Inteligencia en EE.UU. Imágenes Satelitales en Francia. Estudios de Maestría en Ciencia Política. Fue Gerente Municipal y Gerente General del Servicio de Administración de Inmuebles en Trujillo. Escribe en Correo. Ha escrito en La Industria, Revista Aviación, Revista Air Power de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y otros. Miembro del Instituto de Estudios Vallejianos – Universidad Nacional de Trujillo.
Peor aún en nuestro país, el “actual Presidente” habla pésimo, está envuelto en problemas de corrupción, pero recoge simpatía de quienes buscan una cuota de poder y seguir vaciando las arcas. Amén de una población mayoritariamente acostumbrado a recibir dádivas y carente de educación. Jodidos estamos.
Excelente artículo, muy bueno realmente
La corrupción es un mal endémico que hace mucho daño al país. Está en todos los niveles del estado. Incluso en el sector privado