Los resultados de la segunda vuelta electoral del domingo 19 de junio último en Colombia se prestan a muchas lecturas desde diversos ángulos para analizar el triunfo claro, así fuere apretado, del candidato izquierdista Gustavo Petro sobre el populista de derecha Rodolfo Hernández. En esta segunda vuelta se apreció un fenómeno que ya había tomado cuerpo en dicho país, la declinación de los partidos tradicionales, Conservador y Liberal, que por 150 años dominaron la política colombiana, pero que gradualmente desde la década del 70 del pasado siglo XX se manifestó de una manera clara, así estuviere atenuada con los dos períodos de Álvaro Uribe (2002 al 2006, 2006 al 2010), de Juan Manuel Santos (2010 al 2014, 2014 al 2018)) y del presidente saliente Iván Duque que finaliza el próximo 7 de agosto de 2022.
Gustavo Petro Urrego nació según sus datos oficiales el 19 de abril de 1960 en la localidad de Ciénaga de Oro, pero sus padres se trasladaron a Bogotá y luego a la ciudad de Zipaquirá, en la región central de Colombia, donde cursó sus estudios de secundaria en un colegio religioso, para luego enrolarse secretamente en 1977 en el movimiento guerrillero terrorista M-19, mientras ejercía el cargo electivo de concejal. Posteriormente en la década del 80 fue tomado preso por el ejército colombiano y luego liberado como consecuencia de las negociaciones de paz emprendidas por el entonces presidente de Colombia Virgilio Barco, que se concretaron en la desmovilización de dicho grupo y su ingreso a la arena política electoral con el nombre Alianza Democrática M-19. Dentro de dicho partido fue electo en 1991 a la Cámara de Representantes por un período, logrando regresar en 1998 en otra alianza política también con militantes del antiguo movimiento guerrillero-terrorista.
Desde entonces y bajo diversas coberturas políticas Gustavo Petro participó en sucesivos comicios, siendo elegido senador en el 2006 para luego tentar la presidencia de Colombia en el año 2010 en las que alcanzó el 9% del voto. Después en el 2012 fue electo Alcalde Mayor de Bogotá a pesar de que su predecesor e integrante de su mismo partido incidió en múltiples actos de corrupción. Su mandato se acortó en el 2015 por un movimiento de revocatoria originado en la Procuraduría General de la Nación. Ello no obstante en el 2018 fue nuevamente candidato a la presidencia, siendo vencido en las dos vueltas por el actual presidente Iván Duque. Sin embargo conforme al Estatuto Político de la Oposición fue incorporado al Senado de su país, plataforma que le valió ser nuevamente candidato a la presidencia en el 2022 con los resultados ya conocidos de su triunfo sobre Rodolfo Hernández, con 3 puntos porcentuales de diferencia.
Sin duda alguna Gustavo Petro es una persona de una trayectoria política muy controvertida en todo sentido, desde su participación en los movimientos subversivos-terroristas hace 40 años hasta graves acusaciones de corrupción al haber recibido dinero en efectivo (el equivalente de US$ 5,000) el año 2005 de un funcionario de la alcaldía de Bogotá, quien supuestamente le suministró esa suma por un préstamo solicitado a una tercera persona para financiar sus campañas políticas. Otro aspecto a considerar, en curiosa similitud con los problemas académicos de nuestro presidente Castillo, son los datos relativos a su trayectoria universitaria, de acuerdo a una investigación realizada por el diario El Espectador en el año 2016, en la cual se verificó que Gustavo Petro no había alcanzado el grado de Especialista en Administración Pública, ni de Magister en Economía ni tampoco de Doctor en nuevas Tendencias de Dirección de Empresas que presentaba su hoja de vida. Gustavo Petro aceptó la veracidad de esa investigación, justificándose que había seguido parcialmente los cursos pero que le había faltado tiempo para presentar las respectivas tesis. En un reciente video muy difundido en redes del ex presidente Álvaro Uribe, se refiere de él como “el doctor Petro”, persona de singular inteligencia y de mayor peligrosidad por esa misma razón, para el sistema democrático de Colombia.
Desde el Perú, ¿qué podemos esperar del futuro gobierno de Gustavo Petro? ¿Se lanzará loca y desesperadamente a ejecutar un programa económico radical de rebaja en alquileres de viviendas, expropiación a diestra y siniestra de predios urbanos y rurales, ralentización de las industrias de hidrocarburos y del carbón por razones ambientales y en general intervención pública en todos los aspectos financieros, económicos y sociales de Colombia? Pronto lo sabremos conforme a sus declaraciones y al mensaje inaugural que dirigirá a la nación colombiana el próximo 7 de agosto.
Martín Belaunde Moreyra.
Bachiller en Derecho y Abogado por la PUCP y Magíster en Derecho Civil y Comercial por la USMP. Abogado en ejercicio especializado en Derecho Minero e Hidrocarburos. Autor del libro “Derecho Minero y Concesión”. Ha sido Vice Decano, y Decano del Colegio de Abogados de Lima, y Presidente de la Junta de Decanos de los Colegios de Abogados del Perú y en el ámbito público: Embajador del Perú en Argentina y Congresista de la República del Perú en el período 2011-2016.
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