Parafraseando el título de la gran novela del Gabo, en la era digital hemos encontrado en los memes una forma de descargar nuestras tensiones con la burla, el sarcasmo e incluso con la simple exposición de extractos de discursos que develan ingenuidad, ignorancia y poca sensatez, tanto que nos hacen reír o al menos sacarnos una sonrisa.
Más allá de que el humor nos ayuda a canalizar nuestras propias frustraciones, también ha servido para naturalizar la discriminación, las diferencias, el racismo, las discapacidades, el machismo, el feminismo en su sentido opuesto al machismo y la homofobia.
El humor político de los setenta, los sketchs de los 80’s y la parodia de la realidad social de los años subsiguientes, han sido reemplazados por memes que evidencian nuestras contradicciones.
Hablar de ética en el humor resulta complejo y difícil de discernir entre lo permitido y lo políticamente incorrecto. El tránsito, en ese sentido, es un complejo proceso cultural que nos lleva a respetar nuestras diferencias sin dejar de expresar de una manera inteligente, mordaz e irónica lo que no podemos expresar directamente o que, utilizando el arte del cuentacuentos, ponemos de manifiesto aquello que sentimos.
Entre los 80 y los 90´s se decía que cuando uno era imitado o parodiado, quería decir que se había convertido en un personaje notable, digno de ser reconocido a pesar de que en sus versiones extremas pudiese convertirlo en un personaje de comedia.
Habría que hacer una revisión actual del humor digital para comprender que transitan y se viralizan con extraordinaria rapidez, situaciones que más allá de causarnos hilaridad, deben convertirse en temas de preocupación y que algo superior a una simple sonrisa o carcajada debe apelar a una toma de conciencia de que, lo que está sucediendo frente a nuestras narices, no es para reírse.
El humor en los tiempos del cólera es también una expresión de una rabia contenida que no debe soslayarse, sino que debe ser fuente de preocupación para quienes están expuestos en esas historias y preguntarse ¿es esta la imagen que proyecto? ¿es esta la imagen que deseo heredar?
Ojalá que nuestros políticos tomen más en serio el humor y perciban que toca cambiar antes que el humor se torne en rabia y cólera, y en un impulso que poco podrán detener.
Santiago Carpio.
DOCTOR EN COMUNICACIONES de la Universidad Autónoma de Barcelona. Consultor – especialista en estrategias de comunicación, habilidades socioemocionales y producción audiovisual. Expositor y promotor del storytelling para la educación y el marketing. Docente PUCP, CENTRUM. Profesor Referente U. Continental. Docente UPN. Director de Proyectos e Innovación Educativa, Escuela Superior Toulouse Lautrec. Ex Presidente del Comité de Ética de la Sociedad Nacional de Radio y Televisión. Ex DIRCOM de la Oficina General de Comunicaciones del MINEDU.
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