Pedro Castillo, en su confrontador mensaje de Fiestas Patrias, desafiaba a la prensa, a la Policía, a la justicia y a la oposición en el Congreso, diciéndoles que se iban a cansar de buscar y no van a encontrarle “nada”.

Quizá su soberbia no le ha permitido percatarse que hace más de un mes tenemos una  corajuda Fiscal de la Nación que lo está investigando, acumulando pruebas y testimonios de colaboradores eficaces que prefieren hablar, para salvar su pellejo, antes que los silencien.
Hoy sabremos si Pedro Castillo cumplirá con asistir a la citación del Ministerio Público para responder, como investigado, por la presunción de liderar una organización criminal.
Desde la semana pasada somos testigos del “tira y afloja” entre la Fiscalía y el Ejecutivo. Primero Hildebrandt en sus Trece denunciaba una campaña de desprestigio contra la Fiscal de la Nación por parte de un asesor de Palacio que trataba de filtrar información falsa a la prensa. Luego el ministro del Interior fracasó en su intento de impedir la permanencia de Harvey Colchado en el equipo especial del Ministerio Público, liderado por la fiscal Marita Barreto, para poner gente de su confianza cerca a los fiscales y así acceder a información que hoy no tiene. Ayer la defensa de Castillo buscaba que sea la Fiscal Benavides quien acuda a Palacio de Gobierno para tomar la declaración del gobernante, pero fue la misma Fiscal de la Nación la que salió a responder enfáticamente que esa deferencia la tuvo antes la Fiscalía cuando Castillo había sido citado como testigo y no como investigado. Su firme posición, aplicando la ley de forma correcta, pretendió ser aprovechada por la defensa del gobernante para acusarla de caprichosa, por considerar insólito, inaudito e ilegal no respetar la investidura de un mandatario.

Castillo debe estar tan desesperado que amenaza con querellar a Rosana Cueva y al equipo de Panorama por divulgar lo que presuntamente habría declarado Bruno Pacheco a la Fiscalía. Se le percibe temeroso ante la posibilidad que las presuntas pruebas de los testigos protegidos pudieran ser tan contundentes que podría ser vacado por el Congreso por permanente incapacidad moral y la posibilidad de una inminente acusación que dejaría en manos del Poder Judicial una sentencia que lo podría llevar a prisión.

Ante esta situación no nos sorprendería que Aníbal Torres, quien ha puesto su cargo a disposición, pero no ha renunciado de forma irrevocable, pudiera ser una de las cortinas de humo que el Gobierno acostumbra a lanzar para desviar la atención. El premier ya ha dicho antes que se va y aún no sabemos si se quiere seguir quedando.

Ha llegado el momento que los partidos políticos que hasta ahora han respaldado al Gobierno en el Congreso, con las honrosas excepciones de Fuerza Popular, Avanza País, Renovación Popular y algunos valientes congresistas, dejen de avalar la presunción de inocencia de Pedro Castillo y le exijan con firmeza que responda ante la justicia y diga lo que tenga que decir para defenderse por lo que se le investiga.

Anoche Philip Butters anunciaba como primicia que, en las próximas horas, se entregaría Juan Silva el prófugo exministro y que lo haría como colaborador eficaz. Esto podría complicar la situación del gobernante e implicaría a otros que hasta ahora se han escondido detrás del manto de la impunidad.

Todo parece indicar que Pedro Castillo trata de evadir a la justicia. Pareciera querer victimizarse para ser considerado un perseguido por la justicia en busca de un conveniente asilo político. Anoche se rumoreaba que en las próximas horas estaría llegando el canciller de México a nuestro país, lo que acrecentaba el rumor. Pero si esto fuera cierto, Castillo, por coherencia, debería optar antes por pedir asilo a Venezuela o Cuba, países cuyos gobiernos admira y toma como el modelo a seguir en nuestro querido y golpeado Perú.

Luis Otoya Trelles
Comunicador con 42 años en la publicidad y el marketing. Columnista de VOX POPULI y DIARIO EXPRESO. He sido: Director de la APAP, Director de United Way International Perú, Presidente del Tribunal de Ética de la SNRTV, Presidente y fundador del Consejo Nacional de Autorregulación Publicitaria (CONAR). Director Divisiones Menores de Alianza Lima. Soy una persona libre que persigo mi sueño de contribuir con mi país, He decidido participar activamente en política asumiendo el riesgo de terminar frustrado y salir chamuscado en el intento.

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