Shinzo Abe, ex primer ministro del Japón y asesinado el 8 de julio de este año fue un halcón de la política japonesa que nunca disimuló sus ideas acerca del ejército que debía volver a tener su país en lugar de las Fuerzas de Autodefensa que le fueron impuestas luego de su derrota al término de la segunda guerra mundial.
Abe (1,954-2,022) integrante del Partido Liberal Democrático (PLD), fue primer ministro del Japón desde diciembre del 2,012 hasta setiembre del 2,020 y ya en el período 2,006-2,007 había ocupado ese importante cargo. Una línea importante de su vida política es que tenía una línea dura frente a Corea del Norte y luchaba por la revisión del artículo 9 de la Constitución Pacifista del Japón de suerte que se le permitiera volver a tener a contar con un ejército a tono con los tiempos modernos.
Shinzo Abe nació en Tokio y estudió ciencias políticas en la Universidad de Sukei, años después viajó a los EEUU para estudiar en la Universidad de California del Sur pero no llegó a diplomarse; en el año 2,003 fue nombrado secretario general del PLD y fue nombrado como jefe negociador del gobierno del Japón en apoyo a las familias secuestradas en Corea del Norte, habiendo logrado una gran popularidad cuando pidió abiertamente que los secuestrados japoneses que visitaran Japón se quedaran en el país en claro desafío a Corea del Norte (hay que recordar que los norcoreanos a bordo de un buque tripulado por sus agentes, secuestraron en las playas del Japón, inicialmente, a una niña de 13 años llamada Megumi Yokota dando inicio a una serie de secuestros similares que el gobierno nipón estima en 17 ciudadanos japoneses, hechos que ocurrieron entre 1,977 y 1,983; sin embargo, algunos analistas estiman que la cifra real fue de más de 100 japoneses).
La policía japonesa invirtió más de 3,000 días en la búsqueda de los secuestrados, pero no obtuvo ningún resultado. La realidad indica que el secuestro fue un error, capturaron a una niña que para su edad era alta y los agentes se confundieron; los secuestros se realizaban con fines de espionaje y para aprender el idioma japonés. En este sentido hay un hecho que conviene resaltar, en enero de 1,988 un periódico japonés presentó una noticia de primera plana que decía “Tres parejas se evaporan misteriosamente a lo largo de las costas de Fukui, Niigata y Kagoshima durante sus citas; ¿está involucrada una agencia de inteligencia extranjera?”
Tiempo después, una terrorista confesa determinó la vinculación de Corea del Norte.
En 1,987, Kim Hyun Hui ayudó a colocar una bomba
en un avión de pasajeros de Corea del Sur que mató a 155 personas. En la lectura de su sentencia de muerte, Kim testificó que era una agente norcoreana que solo cumplió órdenes del Estado.
Confesó que había aprendido el idioma y comportamiento japoneses para poder trabajar en forma encubierta; su maestra dijo, era una japonesa secuestrada con la que vivió casi 2 años.
Pese a este convincente testimonio, Japón no reconocería oficialmente que Corea del Norte estaba secuestrando japoneses.
Como corolario de estos hechos trágicos y espantosos, los padres de Megumi Yokota fueron informados por el viceministro de RREE del Japón que Corea del Norte confirmó que el 13 de abril de 1,994. Megumi Yokota se había ahorcado.
Volviendo a Shinzo Abe, recordemos que en sus dos periodos como primer ministro se esforzó por revitalizar la economía de su país y su línea política fue bastante dura y orientada a contrarrestar el poderío de una China cada vez más creciente.
Participó muy activamente en apoyar la recuperación de su país luego del formidable y devastador terremoto que sufrió Japón en el 2,011 acompañado de un tsunami que cobró la vida de 20,000 japoneses, arruinando además los reactores nucleares de Fukushima.
Era conocido como un halcón en su país por su esfuerzo en modificar la Constitución que le fue impuesta por EE. UU. luego de su derrota en la segunda guerra mundial y que obligaba a su país a tener fuerzas de autodefensa en nada parecidas a sus FFAA antes de la guerra.
Esta postura política afiló tensiones con China y Corea del Sur, particularmente porque en el 2,013 visitó el Santuario de Yasukini un monumento que era considerado vinculante al militarismo que exhibía Japón antes y durante la segunda guerra mundial.
Abe, desarrolló una política económica conocida como el abinomes que se basaba en la expansión cuantitativa, estímulos fiscales y reformas estructurales. Tuvo una buena relación política con Donald Trump y se le conocía como el halcón que trajo estabilidad política a Japón.
En el 2,020 y en su última conferencia de prensa puso de manifiesto la amenaza que significaba Corea del Norte y su arsenal y política nucleares, siendo conocida la provocación de los norcoreanos de ensayar misiles que caen en el mar del Japón y que significan una clara amenaza. Quería que su país enmiende su Constitución Pacifista a efectos de tener unas FFAA que pudieran intervenir en el extranjero.
Japón tiene una historia de muchos conflictos al margen de su intervención en la segunda guerra mundial, sus enfrentamientos fueron con Rusia, con China y con Corea y sus principales motivaciones fueron, entre otras, su extensión territorial. Japón es del tamaño del Estado de California de los EE. UU.; sin embargo, hasta el surgimiento enorme de China, el Japón fue durante varios años la segunda economía del mundo, hoy en día es la tercera y su PIB al año 2,021 fue de 4 billones 172,339 millones de dólares.
El militarismo japonés fue terrible y lo llevó a cometer atrocidades condenables y su recuerdo perdura en quienes lo sufrieron. Estudiosos como el alemán Kurt Singer creen que el temperamento violento de los japoneses se puede deber a que es un archipiélago sacudido constantemente por fuertes movimientos sísmicos, azotado por tormentas, rociado y salpicado por lluvias y envuelto entre nubes y brumas; afirman que esta forma de existencia no está regida por el espacio sino por el tiempo, la duración, el cambio espontáneo y la continuidad del movimiento. Esta rápida sucesión de extremos climáticos explica en parte las oscilaciones violentas de la conducta nacional japonesa. En este sentido es bueno recordar al historiador griego Herodoto (padre de la historia en el mundo occidental) quien señaló como afirmación del rey Ciro, que no caben frutos óptimos y guerreros valientes, las tierras risueñas son cuna de hombres afeminados.
Quizá los samurais sean el producto de la violencia que durante mucho tiempo caracterizó a los japoneses.
Paul Jonhson, afirma en su libro Tiempos Modernos que en la sociedad japonesa existían desde antes de 1,920 grupos secretos radicales dedicados al asesinato de industriales y financistas; también afirma que estos grupos practicaban el asesinato o mostraban hacia él, una tolerancia extraordinaria. Si bien el concepto de la rebelión feudal se extinguió hacia 1,970, el asesinato fue su continuación por otros medios. Los samurais ya no podían imponer su voluntad como ocurría en otros tiempos, pero algunos grupos de estos asesinos se reservaban el derecho de manifestar sus objeciones políticas no a través de las urnas, que los indignaba, sino mediante la espada y la daga. La realidad demostraba que los samurais utilizaban a los culíes para aterrorizar a los campesinos (cualquier parecido a los ronderos de Chota y de otros lugares de Cajamarca que azotan y aterrorizan abusivamente a mujeres indefensas, es pura coincidencia).
En esos tiempos, en Japón no siempre se castigaba severamente el asesinato político, a veces no se castigaba en absoluto.
Primaba en Japón el anhelo de expansión territorial como un elemento esencial para ingresar al mundo moderno.
Quizá por su pobreza o ausencia casi total de recursos naturales a lo que se sumaba un aumento muy rápido de la población, el Japón en 1,894-1,895 atacó a China y se apoderó de Corea, Formosa (hoy Taiwan) y Puerto Arturo en Rusia, acción que se vió obligado a detener y a devolver lo invadido por la intervención tripartita de Rusia, Alemania y Francia.
Japón fue derrotado en la segunda guerra mundial, soportando el primer bombardeo nuclear de la historia, y los EE. UU. (vía el general Douglas MacArthur) le impusieron una Constitución de corte occidental mediante la cual este país no podía tener un ejército regular sino únicamente Fuerzas de Autodefensa, desde luego muy disminuidas en comparación con sus fuerzas antes de la guerra que eran de 7 millones de hombres. Hoy en día el Japón cuenta solo con 200,000 hombres, aunque están muy bien entrenados y equipados.
La situación militar de Japón actual cobra relevancia en la actualidad por la invasión de Rusia a Ucrania a lo que hay que añadir la gran expansión de las fuerzas militares chinas y la condición de potencia nuclear de Corea del Norte que cuenta con proyectiles ICBM (intercontinentales), escenario que no deja de ser preocupante no solo para Japón sino para occidente bajo el liderazgo de la OTAN y de los EE. UU., hay que recordar que solo China y Rusia tienen una extensión territorial de 26 millones 666,160 km2 y una población de 1,555 millones de habitantes; cifras enormes que probablemente están haciendo reflexionar a occidente máxime si se tiene en cuenta la agresividad que está mostrando la Rusia de Putin y las actitudes demenciales de Corea del Norte. Los planificadores de occidente probablemente estén pensando en que es hora de hacer realidad las aspiraciones de Shinzo Abe en el sentido de apoyar el fortalecimiento militar del Japón con miras a enfrentar una guerra convencional o nuclear; apoyar del mismo modo el rearme de Alemania cuyo pueblo sabe que los rusos ya los derrotaron en la segunda guerra mundial y que tampoco olvidan las atrocidades que les hicieron en Sebastopol y San Petersburgo.
Los escenarios para una eventual conflagración sean convencional o nuclear están alcanzando un riesgo preocupante, la invasión rusa a Ucrania ya dura más de 5 meses y, sin duda, los grandes planes estratégicos de occidente están en constante actualización.
El asesinato de Shinzo Abe tiene todavía muchos misterios que resolver y, por algo, el presidente de los EE. UU. Joe Biden, en la última Cumbre de las Américas dijo:
“El riesgo de una tercera guerra mundial es muy grande”.
Fuentes:
Wikipedia y Tiempos Modernos de Paul Jonhson.
Tomás Teobaldo Marky Montero. Estudió en la Escuela Militar de Chorrillos, egresando el 01 de enero de 1965. Pertenece al arma de infantería y es General de división en situación de retiro. Es graduado de la Escuela Superior de Guerra del Ejército y del Centro de Altos Estudios Militares. Fue Jefe Político Militar de Ayacucho, Comandante General de la Tercera y Cuarta Regiones Militares; Inspector General del Ejército y, jefe del Estado Mayor General del Ejército.
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