Columnas Ricardo Escudero

Sale, no sale, sale, no sale

Uno de los más grandes logros de los operadores de las izquierdas contemporáneas es la confusión generalizada que siembran en los medios y de los medios a los ciudadanos de forma sostenida, sobre mentiras evidentes y por largo tiempo. ¿Cómo lo hacen, cómo logran tantos daños permanentes? La respuesta es una sola: por la absurda dejadez, por la tonta tolerancia democrática que tenemos hacia los piratas de la Libertad. Lo sabemos y lo permitimos, y es que si les ponemos un “alto”, nuestros iguales nos hacen un “pare” porque hay que entenderlos, hay que comprenderlos…en el sucio crimen de acabar con nuestras libertades y con la frágil democracia que nunca se consolida en el país.

Es nuestra culpa, es nuestra responsabilidad el suicidio colectivo. No se trata de gentes más preparadas que nosotros, no se trata de líderes ni de caudillos, no son conductores ni gestores, sino hábiles mentirosos que encandilan con sus palabras y mensajes y que además, están respaldados por otras gentes que parecen legitimarles un aura de honestidad que no la tienen. Es decir, les ponemos en bandeja nuestras cabezas y muchos hasta aplauden al momento de las decapitaciones.

¿Tan absurdo es todo esto? ¿Tan irracional es nuestra entrega? Sí, asi es. Pero si lo dices y te enfrentas a esas maldades y atrocidades, si lo explicas y tratas de informarle esto a todos, entonces los dueños y próceres de la ingenuidad democrática ayudarán en tu decapitación. El colmo se hace realidad, ejecutándote con los que después también serán ejecutados.

No estamos por si acaso en un país comunista todavía, estamos en una nación tonta, que se enriquece con tonterías y permite todo eso.

Fíjense bien: ¿Hace cuanto tiempo se dice que Castillo se va, que sale de la presidencia? ¿Cuántas veces hemos escuchado que “ya están la pruebas”? ¿Recuerdan quienes decían que todo estaba consumado? Veamos las respuestas: Desde que asumió el gobierno, Castillo esta de salida y no sale. Desde que juró como presidente, las pruebas eran abundantes con Sarratea y luego con lo del dinero en los baños, con sus asesores peceteros, sus ministros fascinerosos y convictos, pero sigue allí, en el palacio del desgobierno. Los que decían que mañana sale, que esta semana sale, al final salieron, pero ellos. ¿Qué se requiere entonces, nos estamos desanimando?

No miremos hacia los costados, no veamos hacia atrás, seamos agresivos e imparables con nuestras banderas, llevemos el estandarte de la Patria con mucha energía, constancia y seguridad, porque este es el momento de la unidad frente a la oscuridad, es como aquellos tiempos en los cuales derrotamos al terrorismo desde cada casa, desde cada comunidad y centro de trabajo, uniendo los sentimientos nacionales por encima de los odios y violencia de los extremistas que ahora, tienen a sus herederos gobernando, porque nos encontraron divididos por tonterías.

Ahora es la hora, no me cansaré de decirlo, ahora es la hora, sin distancias, sin recelos, sin mirar atrás, con agenda, ahora es la hora de vencer o perder para siempre.

Ricardo Escudero
Especialista en temas previsionales y recursos humanos, con formación en la UNMSM, Universidad de Lima y ESAN. Becario de las fundaciones Konrad Adenauer y Friedrich Ebert; Jefferson Fellow por The Thomas Jefferson Educational Foundation. Investigador periodístico y columnista de opinión política y análisis social. Autor de «La rebelión de la clase media» y «Desborde del estado y crisis popular». 

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