Ayer fue un largo y agitado día. Amanecimos con la intempestiva renuncia del Gral. Córdova, comandante general del ejército, que nos hizo sospechar que algo pasaba entre el gobierno y las fuerzas armadas.
Cuando parecía que los peruanos perdíamos las esperanzas de salir de este corrupto gobierno, al ver que los niños aumentaban en el Legislativo para blindar al gobierno y frustrar la moción de vacancia, apareció en la televisión un tembloroso Pedro Castillo anunciando la disolución del Congreso, la instalación de un gobierno de excepción, la convocatoria para elegir un congreso constituyente y llevar adelante una reorganización de las instituciones que imparten justicia en nuestro país.
Su decisión se habría precipitado por las declaraciones de Salatiel Marrufo que, en esos momentos, se presentaba ante la comisión de fiscalización del Congreso revelando con lujo de detalles, los montos, lugar y fechas la entrega de coimas a funcionarios, las que habrían sido de conocimiento de Castillo. Su desesperada reacción, conocida sólo por su entorno más cercano, no tenía un plan, sólo buscaba victimizarse para eludir a la justicia y aprovechar el caos para cambiar la Constitución y perpetuarse en el poder.
Después de la sorpresa inicial fue determinante la actitud de los comandantes generales de nuestras Fuerzas Armadas y Policía que, en un inusual comunicado, nos tranquilizaban anunciando que no apoyarían las perversas intenciones del corrupto que pretendía de un plumazo quebrantar el orden constitucional. También fue rápida la reacción del Congreso y su mesa directiva que, ante la flagrancia del delito, decidió adelantar la hora de la moción de vacancia y en la votación se aprobó con 101 votos.. Al unísono también se pronunciaron, en contra del autogolpe, el Tribunal Constitucional, la Fiscal de la Nación, el Poder Judicial. la JNJ, la Defensoría del Pueblo, La Contraloría, quienes contribuyeron en convertir la amenaza en un fallido autogolpe de Estado.
El gobierno sin respaldo se caía a pedazos y el corrupto gobernante lo sabía. Por eso no sorprendió ver que hasta los ideólogos de este zafarrancho comenzaron a renunciar por Twitter y poniéndose en modo “sacacuerpo” dejaban claro que desconocían y no compartían las decisiones de Castillo, quien se quedó sólo con Aníbal Torres su más leal escudero.
En los pronunciamientos en defensa de la Constitución y la institucionalidad en nuestro país resaltan las palabras del presidente del Congreso, José Willians Zapata, quien dejó claro que actuaban en apego a la ley porque “nadie debe obediencia a un gobierno usurpador”. También destacamos a Patricia Benavides que, al decirnos “aceptar la corrupción es ponerle precio a nuestro honor”, reflejaba la actitud de la valiente fiscal de la Nación, quien durante este proceso se mantuvo firme. ecuánime e implacable frente a Castillo y Torres que permanentemente la confrontaron, tratando de destituirla.
La OEA de Almagro salió inicialmente a justificar el golpe, pero al final de la tarde tuvieron que reconocer que en nuestro país se había frustrado una alteración del orden constitucional. El presidente mejicano ha quedado chamuscado por jugársela por un gobierno corrupto. Lo de Forsyth y Rodríguez Cuadros ha sido patético al desdibujar la realidad de lo que vivíamos en nuestro país. Vergonzoso que nuestra cancillería se haya prestado para apoyar durante meses a un gobierno golpista.
Algunos malos periodistas han quedado en evidencia y tendrán que demostrar que su opinión no tiene precio.
Estamos cansados que la corrupción se siga burlando de todo un pueblo. Eso se ha sentido en las calles. La ciudadanía se puso la camiseta del Perú. Ayer fue impresionante ver cómo tuvieron la iniciativa de bloquear los accesos a las embajadas para evitar que el corrupto huya de la justicia.
Dina Boluarte. ha juramentado para cumplir su mandato hasta julio del 2026. Al asumir pide una tregua que las fuerzas políticas deberían otorgársela buscando estabilizar nuestro país. No será fácil gobernar porque no tiene bancada, ni respaldo en el Congreso. Para legitimar su gobierno debe dejar de lado la confrontación y formar un gabinete multipartidario conformado por los mejores técnicos y políticos que estén dispuestos a trabajar juntos para superar este difícil momento.
Ayer se demostró que todo lo que se decía desde hace 16 meses era cierto. Ayer se evitó que un agitador, inepto, incapaz y corrupto conduzca a los peruanos a un viaje sin retorno.
Lo de ayer nos debe llevar a la reflexión. No es un triunfo. No hay nada que celebrar. Es una nueva oportunidad que recibimos para tomar conciencia que, si no queremos más aventureros en el poder, debemos corregir la forma en que se está gobernando. Se tiene que cambiar la orientación de los recursos del Estado y normar las leyes que permitan disminuir la gran brecha social que se ha hecho notoria y evidente en los discursos de este fallido gobierno que se va, pero nos deja la tarea.
Luis Otoya Trelles
Comunicador con 42 años en la publicidad y el marketing. Columnista de VOX POPULI y DIARIO EXPRESO. He sido: Director de la APAP, Director de United Way International Perú, Presidente del Tribunal de Ética de la SNRTV, Presidente y fundador del Consejo Nacional de Autorregulación Publicitaria (CONAR). Director Divisiones Menores de Alianza Lima. Soy una persona libre que persigo mi sueño de contribuir con mi país, He decidido participar activamente en política asumiendo el riesgo de terminar frustrado y salir chamuscado en el intento.
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