La convulsión social actual en el Perú es el desborde de demandas socio – económicas que vienen siendo aprovechadas por la izquierda extrema con una agenda de gobierno perenne en el Perú. Lo único que les puedo decir es que todas las demandas sociales y económicas se pueden resolver en libertad. Si se trata del mundo pluricultural andino, hay casos de éxito en Canadá y Estados Unidos donde a las comunidades indígenas se les ha dado el derecho de propiedad del subsuelo con lo cual han negociado la sociedad con las empresas mineras. Por otro lado, si se trata del valor agregado a la agricultura y ganadería de las comunidades indígenas, hay países que trabajan el cooperativismo y desarrollan empresas privadas muy competitivas con el apoyo de recursos públicos por ser ellas parte de un acervo cultural milenario y parte de la seguridad alimentaria del país. En las ciudades tenemos a los que viven marginados en la periferia, los cuales necesitan también del emprendimiento colectivo en sociedad con empresas lideres de los diferentes sectores de la economía.
El mal llamado divorcio entre lo privado, los mercados y lo social es un tema de falta de creatividad en el desarrollo de políticas públicas de consenso entre las demandas sociales – económicas y el objetivo de ser competitivos como país a nivel empresarial y a nivel de infraestructura y capital humano. Nuestros jóvenes son muy hábiles en las diversas ingenierías, les encanta y tiene pensamiento matemático y eso se desperdicia por falta de una educación inclusiva a nivel nacional.
Hay que separar la paja del trigo, eso significa separar la demanda de políticas de desarrollo inclusivo y sostenidos, de la demanda pura de poder por el poder factico político. Hay que ser duros en atacar el problema de pobreza a nivel nacional y generar mejores medios de redistribución de la riqueza para el desarrollo de la riqueza e ingresos tributarios que genera el Perú.
Esto parece complejo, pero solo se trata de poder incluir iniciativas sociales en la agenda del desarrollo de los mercados y empresas de la economía nacional. Es pura creatividad, porque está demostrado que el individuo en libertad y con el apoyo necesario de recursos es más productivo que el individuo que tiene su mente limitada por las ideologías extremas políticas. Los extremismos en las ideologías no permiten ver soluciones hibridas izquierda/derecha y el uso efectivo de la capacidad empresarial y el flujo de capitales a favor del desarrollo nacional.
Repito que con tener una economía dual donde lo comunitario pluricultural se desarrolla con lo privado, podremos salir adelante, y por otro lado darles a las comunidades campesinas, tal cual Canadá y Estados Unidos, la propiedad de las reservas minerales en el subsuelo, ellos serían socios de las mineras por el aporte de las reservas minerales. Finalmente, para proteger el acervo pluricultural de las comunidades campesinas, generar un marco tributario y de promoción económica que ayude al desarrollo de sus economías.
Lo último y no menos importante es la educación. Si no somos competitivos en la educación y producimos ingenieros de calidad para el país, el país no va a avanzar. Las personas en extrema pobreza pueden y deben de dar el salto en prosperidad por medio de su intelecto y productividad. Aunque nosotros impulsáramos la inversión privada, siempre nos quedaríamos cortos de personal calificado en las nuevas tecnologías.
Con esta carta abierta por la paz, invoco a las partes a sentarse a discutir lo esencial que es el desarrollo, el cierre de brechas socio económicas y la promoción del empleo digno y sostenible, y para ello se necesita inversión sea en empresa puramente privadas o en empresas mixtas con las cooperativas por promocionar. Hemos tenido históricamente una mala experiencia con las cooperativas, pero existe el modo de corregir esos errores e impulsar un país dual, comunitario y privado en su desarrollo.
Insto a todos a dejar posiciones ideológicas y a pesar en lo sustancial, es decir los problemas de base del desarrollo y de forma creativa poder impulsar el crecimiento del país. El Perú es un gran centro potencial de negocios y a los peruanos nos gusta hacer negocios ahora socio económicos.
Dimitri Vavoulis.
Soy economista de la Universidad del Pacifico con MBA en la Universidad de Esan. Tengo una experiencia en banca, finanzas y negocios por más de treinta años, y estoy fascinado con el cómo se fusionan las diferentes disciplinas económicas y financieras aprendidas en el sector inmobiliario. Soy por naturaleza emprendedor y proactivo, llevando a buen término los proyectos de negocios complejos que me tocan desarrollar.
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