Columnas Manuel Escorza

Líderes y candidatos escondidos

Se supone que una persona que postula a la presidencia de la república tiene un compromiso con su país, con su gente y con los que han sido sus votantes.

Se supone también que esa persona sigue con preocupación los acontecimientos del país al que ha intentado liderar o personificar.  

Se supone que un ex candidato a la presidencia ejerce un liderazgo con responsabilidad, con una ética política involucrada, que tiene algo así como el don de la palabra para hablarle a su país en momentos difíciles, la sensibilidad y conocimiento para hacerse escuchar, para proponer soluciones, para defender a su gente, para hablar cuando un país requiere de línea política y de contención. ¿No es así, o no debiera ser así?

Aquí en el Perú eso no está ocurriendo. En medio de esta tremenda convulsión social, de esta mezcla de protesta, vandalismo, acciones terroristas, rabia, desborde, queja, reacción al olvido y también manipulación, se esperaría que sus líderes políticos intervengan, que le hablen a sus votantes, que aporten ideas, que se ofrezcan para mediar, que tranquilicen a la ciudadanía, que den soporte para la solución de los problemas, pero nada de eso se aprecia o está ocurriendo.

Georges Forsyth, Julio Guzmán, Verónica Mendoza, César Acuña, Keiko Fujimori, Mauricio Mulder, todos ellos aproximadamente hace dos años candidatos a la presidencia, brillan por su ausencia, justo ahora en que más se requeriría de su intervención y presencia para hablarle al país, como líderes que supuestamente son.

Algunos de ellos están guardando un silencio calculado. No quieren opinar cuando las papas queman. No les conviene. Eso podría afectar su imagen mediática, hacer que se ganen críticas. Otros simplemente prefieren no intervenir porque consideran que podrían exponer su caudal de votos. Y algún otro ex candidato seguramente no sabe qué decir.

Forsyth, por ejemplo, en la actual coyuntura está mudo. No aparece por ningún lado, no tiene voz en este estallido. Quiso ser presidente y alcalde de Lima. Se ha dado la llamada “toma de Lima”, pero no ha aparecido por ningún lado defendiendo a la ciudad a cuya alcaldía postuló.  Cualquiera diría que está escondido. Su liderazgo en el actual contexto político es inexistente o simplemente nulo. Literalmente no sabe y/o no opina. Sin embargo, es bastante probable que busque un nuevo partido político e intente postular nuevamente a la presidencia.

Verónika Mendoza tendría mucho que decir en la actual coyuntura. Los que están protestando son la gente que ella siempre ha querido y buscado representar, pero no aparece por ninguna parte. Ella ha debido salir y hablarles a los pobladores del sur. Se supone que ella entiende mejor que nadie lo que está ocurriendo porque es provinciana y del sur, pero tampoco aparece por ningún lado.

Otro personaje que no está dando la cara es Keiko Fujimori. Ella obtuvo el 50 % de los votos del electorado en segunda vuelta, pero no le está hablando al país que ha pretendido dirigir y no está mostrando un liderazgo a la altura de estos momentos tan difíciles. Se ha puesto al margen.  Y tal vez, al igual que Forsyth, pretenda postular en las próximas elecciones.

Hay otros políticos, en cambio, que sí están saliendo en medios. Es el caso de Lourdes Flores. Ha dado propuestas, interpretaciones, ha comentado la coyuntura.

Francisco Diez Canseco también está opinando, presentando propuestas de manejo, escribiendo sobre el tema, y de manera activa. No se ha quedado callado ni ha sacado el cuerpo en esta difícil situación y se muestra preocupado.

Lo propio ha hecho, a su manera, Jorge Nieto. Está dando opiniones y analizando públicamente lo que viene ocurriendo.

No ha sido el caso de César Acuña ni tampoco de otros ex candidatos que pretendieron representarnos en las últimas elecciones presidenciales.

El caso de Julio Guzmán es algo distinto. Está de salida en su carrera política, absorbido por la imagen de Sagasti.

¿No es algo así como irrespetuoso y oportunista quedarse callado ahora que las papas queman para luego intentar pedirle a la población su voto para llegar a la presidencia de la república?

¿No deberían los líderes y políticos de larga data estar dando contención social y política, hablándole al país, dando mensajes tranquilizadores, ofreciéndose a mediar, aportando soluciones, dirigiéndose a su electorado y a la población en general?

Lo que esto expresa es la gran falta de liderazgo que hay en la política peruana. No hay lideres con vocación real de ese liderazgo que el Perú necesita. Un líder sale a hablar en las buenas y en las malas, da la cara, le habla al país, opina, defiende a su gente, educa, moviliza, contra ataca a nombre de la sociedad si es necesario, reivindica a su país ante ataques mediáticos del extranjero, contribuye a poner orden cuando es necesario ponerlo.  Nada de eso ocurre ahora.

La gente espera que en los momentos difíciles sus líderes intervengan, participen, los representen. Pero aquí no está ocurriendo eso. Cómo en la época de la pandemia, muchos ex candidatos y líderes políticos en general están desaparecidos.

Cómo será este vacío y carencia que incluso Montesinos ha hablado desde la cárcel y se ha ofrecido a calmar a la gente en una semana.

Pero los políticos peruanos, salvo excepciones, están sospechosamente mudos y rehuidos de la actual crisis política. Pareciera, literalmente, que están escondidos porque no tienen nada que aportar, porque no tienen un liderazgo real, por comodidad política o por conveniencia electoral.

Manuel Escorza Hoyle
Abogado y psicoterapeuta

1 comment on “Líderes y candidatos escondidos

  1. Sabia reflexión, no es lo mismo llamar al demonio que verlo llegar. Ahí se pone a prueba la verdadera capacidad de gestión de problemas de los líderes, no es necesario que sean ideales, pero hasta al peor enemigo se le reconoce cuando es capaz de influir sobre un momento de crisis para aplacar, no se ha mostrado aún el talento y la capacidad de gestión de la que se presumía en las campañas, este es el momento de mostrar capacidad. ¿Incapacidad u oportunismo? En poco tiempo se sabrá. Ojalá y pronto se solucione, por el bien de todos. Se sigue dando oportunidad en ese vacío de liderazgo a lamentables personajes que nada bien le harán al país

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