Estamos en guerra interna. Estamos atrapados en una red de violencia multiforme, en la que las instituciones del Estado han entrado una fase de des legitimización, y por lo tanto se muestran pusilánimes, para siquiera hacerle frente.
Lo que pasó con el APRA o con el PCP en 1930 hasta 1962 y lo ocurrido en 1980, son antecedentes importantes de un periodo de violencia extrema, que hoy sufrimos porque no supimos como sociedad detenerla y que al contrario, ayudamos a multiplicarla para llegar adonde estamos.
Ese voto equivocado en los últimos comicios electorales no ha metido en un pantano, que aviva sobremanera el conflicto y aleja la paz, y en la que hay multinacionales especulando con la inseguridad del país, es decir, que han convertido en factor de rentabilidad, en lo que se denomina un sistema de auto perpetuación de la violencia (Richani; 1997); la misma que nos hace ver, que si lo que se pretende es comprender la guerra moderna no hay que entrar sólo en el mundo de las víctimas, sino también en el de los pistoleros, los torturados y los apologistas del terror, los que conciben únicamente a los suyos como criaturas sagradas con derechos humanos (Ignatieff; 1999).
Y en este Gólgota Made in Perú, la violencia se ha focalizado en las zonas de mayor tributación presupuestal, en las que también cunde el incumplimiento de la ley y el orden. Así tenemos la destrucción del oleoducto petrolero, las minas, la industria agro exportadora, las mismas que van acompañados de bloqueos, pero ocupando territorialmente, el VRAEM y Puno, de donde provendría los recursos económicos para proseguir con su lucha en la que la minería y tala ilegal, contrabando, sicariato y narcotráfico, serían sus más preclaras fuentes. Estas dos últimas, como brazo armado de la industria de la muerte (Sánchez; 2000).
Buscando una solución a este problema, creemos que la intervención masiva de las fuerzas armadas, sin el empleo de los Comités de Auto Defensa, (como contra PCP-SL), no soluciona a crear un clima de paz y orden interno. Que la permanencia de Dina Boluarte y del actual Congreso nacional, tampoco. Que logrado éste, es necesario, la intervención de los toda la sociedad civil, para llegar a un acuerdo global, en el que eficientes líderes y buenos planteamientos serán primordiales.
A más impunidad política y conservadurismo gubernamental y de la sociedad civil, en su conjunto, mas condiciones para la guerra prolongada habrá.
Victor Velasquez Perez Salmon. Coronel del Ejército del Perú en Situación de Retiro. Se ha desempeñado como Catedrático de Historia Militar en la Escuela Superior de Guerra, Director de la Comisión Permanente de Historia, y miembro del Proyecto Ejercito 2001. Es autor de varias publicaciones de historia, ensayos, poesía y cuento.
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