Columnas José Manuel Hernández

La falacia de una nueva autoridad de infraestructura

Ante el mínimo avance en la reconstrucción de la infraestructura dañada por El Niño Costero del 2017 y la alta vulnerabilidad frente a otro evento similar, como lo alerté oportunamente en diversos artículos, el Gobierno plantea crear una nueva institución para hacer lo que no hizo; y volvemos a caer en lo mismo.

La señora Presidente anuncia la reorganización de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios-ARCC y propone una Autoridad Nacional de Infraestructura para “ejecutar las obras emblemáticas que necesita el país, la prevención y control de las cuencas hidrográficas para reducir los efectos adversos de los fenómenos naturales y mejorar la cuenca del río Rímac”. A su vez, el Contralor General propone un Ministerio de Infraestructura “para construir las obras públicas grandes y complejas y adoptar las buenas prácticas que nos han enseñado los coreanos, franceses e ingleses, con gente altamente calificada”. Supuestamente, con ello se superaría la deficiente gestión gubernamental. Craso error conceptual del problema y nulo conocimiento de la historia de la ingeniería peruana.

En instituciones públicas es famosa la frase “Si quieres resolver un problema, lo resuelves; sino creas una comisión o una nueva entidad”. Esta filosofía es propia de nuestra idiosincrasia y nos llenamos de entidades burocráticas. El Gobierno sigue ese camino y propone una nueva “autoridad” para solucionar su incapacidad.

El problema clave es la deficiente gestión en los tres niveles de gobierno. Cambios constantes de funcionarios que no permiten continuidad de programas y proyectos; inexperiencia, incapacidad, temor por la enmarañada normativa y dejadez que linda con la indolencia frente a las vicisitudes de las mayorías nacionales. No se trata de generar más burocracia o cambiarla por otra “más calificada”, sino de hacer más eficiente la gestión en cada institución existente.

A lo antes dicho se suma la poca visión del Ministerio de Economía y Finanzas para entender y asignar los recursos necesarios para las soluciones en las cuencas, que vienen de años atrás. Después de las inundaciones de 1998, se elaboraron planes para control de inundaciones en los ríos Piura e Ica, contratados por el desaparecido Instituto Nacional de Desarrollo-INADE, los cuales no tuvieron la debida atención de parte del MEF.

En Piura, por ejemplo, desde los estudios realizados por un consorcio peruano-alemán el año 2001, entidades como la Autoridad Nacional del Agua y Proyecto Especial Chira Piura han ajustado una solución integral para controlar las inundaciones, con presas, pozas de laminación, diques ribereños y otras intervenciones en la cuenca. Sin embargo, no se asignó presupuesto para su ejecución y nada se construyó. Veinte años después, los lugares identificados para las obras están ocupados por poblaciones y actividades agroindustriales y ya no es posible utilizarlos.

Entonces, no falta experiencia en este tipo de problemas sino decisiones políticas y recursos oportunos para ejecutar las propuestas de ingeniería. En Perú tenemos sobrada experiencia hidráulica y somos reconocidos internacionalmente en gestión de cuencas; experiencia que nos viene desde nuestro antepasado inca y pre inca. Por ello, no llama la atención que más del 90% de los profesionales que han elaborado los recientes “planes integrales” son peruanos, pero con contratos entregados por la ARCC a empresas extranjeras con alto costo.

Luego del Niño Costero del 2017, el Ministerio de Agricultura inició la rehabilitación de lo dañado y realizó el encauzamiento de 622 kilómetros de ríos en sólo 4 meses, sin participación de extranjeros. También propuso el “Plan de Reconstrucción del Agro” (agosto 2017), con intervenciones y obras hidráulicas, considerando las propuestas de instituciones especializadas para esas cuencas. Ese Plan se dejó de lado el 2018 porque surgió (en MEF y la ARCC) la idea de elaborar primero los planes integrales en las cuencas; olvidándose que existían proyectos que rápidamente podían actualizarse y concretarse, mientras se estudiaban los “planes integrales”. El resultado: no tenemos ningún expediente técnico listo para la prevención y construcción.

La ARCC fue creada para conducir la “reconstrucción con cambios” con presupuesto de 25,655 millones de Soles, para ejecutarlo en tres años. Debía liderar, coordinar e integrar los esfuerzos de todos los sectores, establecer prioridades y asignar los recursos financieros a las entidades ejecutoras. Sin embargo, en diciembre del 2019 se le asignó el rol de unidad ejecutora y se le autorizó a suscribir convenios de Gobierno a Gobierno-G2G. La burocracia aumentó y las soluciones se atrasaron.

Se argumentó que un convenio similar fue exitoso en los Juegos Panamericanos 2019. En mayo del 2020 publiqué un artículo en el diario La República discrepando de esa propuesta, porque en los Juegos Panamericanos se construyeron principalmente edificaciones urbanas, muy concentradas en Lima. En cambio, las obras de la “reconstrucción con cambios” están dispersas en el ámbito de varias regiones; son de diverso tipo y con múltiples entidades involucradas; y decía: “Por ello, no se puede incluir todas las obras en modelos semejantes a los aplicados en los Panamericanos 2019”.

En los Panamericanos, el convenio G2G costó alrededor del 5% del monto invertido, que fue 4,200 millones de Soles. Para la reconstrucción, la aplicación de mecanismos similares puede costar entre 5 y 6% del monto de inversión por G2G, a lo que debe sumarse 2.5 a 3% por elaboración de expedientes definitivos y 5 a 8% por supervisión de obras. A ello se suman los gastos administrativos de la ARCC y de las entidades ejecutoras; los que fácilmente pueden superar el 3%. Todo ello se cubrirá con el presupuesto disponible”.

Bueno pues, la ARCC, con convenio G2G, ha gastado la mayor parte del presupuesto asignado en edificaciones fáciles de construir, más burocracia y contratos con muchos adicionales; pero no tenemos lo más esencial: prevención y reconstrucción para reducir la vulnerabilidad frente a fenómenos naturales.

Estando así las cosas, la creación de otra institución, con más G2G, que prefieren contratar a empresas extranjeras, que no conocen nuestra realidad, en vez de potenciar las instituciones existentes, es una falacia que nos lleva a repetir los mismos errores.

José Manuel Hernández Calderón.
Ingeniero Agrónomo; MSc en Economía Agrícola. Ex Ministro de Agricultura y Riego (agosto 2016- enero 2018). CEO de Asesores Técnicos Asociados S.A. Trabajó para entidades multilaterales y empresas privadas en Brasil, Colombia, Bolivia, Venezuela, Guatemala, El Salvador, Honduras y Panamá. Fue catedrático en UNA-La Molina. Autor de diversos libros; como: “El Agro Camino al Bicentenario”, “Agroexportación: Estrategias para Lograr Competitividad”, “Organizaciones Rurales de Comercialización”, “La Agroindustria Alimentaria en Perú”.

4 comments on “La falacia de una nueva autoridad de infraestructura

  1. Excelente articulo. Hay que enfocarse en resolver los problemas de raiz en vez de darle vueltas al hacer “marketing politico”.

  2. César Vásquez

    Tenemos profesionales con amplia experiencia y conocedores de nuestras realidades, porque el gobierno quiere traer extranjeros?. Como manifiesta José Manuel nos falta gestores públicos y un extricto control concurrente y decisión política para que el MEF transfiera los recursos financieros en forma oportuna.

  3. Siempre adelante

    El problema es un completo desconocimiento de gestión pública para resolver de manera integral el manejo de cuencas hidrográficas, el desarrollo de obras de infraestructura hidráulica frente a fenómenos adversos que hoy ya se conocen como el niño, la niña, el friaje, los incendios forestales, sequía y altas precipitaciones pluviales en las tres regiones naturales. En Perú, se debe convocar a profesionales con experiencia y altamente calificados de la talla del ing. José Hernández, con prospectiva y visión integral para resolver estos problemas, cómo él hay de sobra en nuestro territorio patrio.Lamentablemente seguimos en la improvisación, etc.

  4. Florencio Anton

    Lamentable q a estas alturas de nuestra vida sigamos viendo y viviendo con la corrupción estatal, la incapacidad gubernamental y la carencia total de la voluntad de enmendar. Bien dicho por el Ing Hernandez, si quieres solucionar, hazlo, si no, crea una comisión. Ocurre aquí y en todos lados, tenemos instituciones parásitas con zánganos que se devoran lo que tienen y lo que les llega. Mientras tanto las mayorías pagan los platos rotos por esa cúpula del poder que se opone a los cambios.

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