Columnas Guillermo Ackermann

‘Le Tongué’ a la eternité

Hace un mes una noticia inundó las redacciones de los medios de comunicación Abelardo Gutiérrez, conocido como ‘Tongo’, había partido.

Me rehusaba a llamarlo ‘Tongo’ cuando nos encontrábamos. ‘Hola Abelardo’ le decía y le insistía en que había momentos en los que había que dejar de lado al personaje porque sino éste te come y terminas dejando de ser tú mismo.

‘Amigo Guillermo’ me llamaba, ‘Yo soy pitoniso y tú vas a tener encargos muy importantes en tu vida’, él tenía esa capacidad de desearte buenas vibras.

Nacido en Huancayo, venía de los cerros, como le encantaba recordar, y vivió mucha pobreza de pequeño. Dormía encima de un cartón en la calle acompañando a su mamá a vender como ambulante.

Era inimaginable pensar que años después sería imagen de las dos principales empresas de telefonía celular. Su principal herramienta era conectar con la gente. Pero no se crea que solo en los sectores populares. Me atrevería a decir que su éxito era transversal a todos los segmentos socioeconómicos. 

Tuve la ocasión de invitarlo a participar de un proyecto radial y aunque llegamos rápido a un acuerdo, tenía también esa particular habilidad de sacarte de tus casillas. Él quería hacer las cosas a su estilo, a sus tiempos, y en más de una oportunidad daba marchas y contramarchas. Acompañado siempre de su Gladys y orgulloso de sus hijas a quienes les dio Universidad completa, sacando siempre pecho por los logros profesionales de ellas. Una de las cuales fue primer lugar de la UNI, y posteriormente entró a la NASA.

Tenía un ‘metalenguaje’ que había que aprender a descifrar para no perder la paciencia: ‘Estoy al partir’ (significaba que acababa de llegar a su casa para almorzar a la misma hora que ya tendría que estar en reunión en otro lugar). ‘Estoy al llegar’ (significaba que acaba de salir de su casa). Son algunas de esas memorables frases.

Su reconocimiento inicial se dio por dos temas que la rompieron: ‘Sufre, peruano, sufre’ y el inmortal ‘La pituca’, que la interpretó en varios idiomas.

Y ahí estuvo otra buena parte de sus logros: su particular manera de ‘hablar’ (en realidad caricaturizar fonéticamente) otros idiomas, en particular el inglés, que le hizo ganar el cariño de la juventud de las clases medio altas de la sociedad. ‘Tongo’ bien se presentaba en Comas como en el exclusivo ‘Eisha’. Y por eso se autobautizó como ‘Le Tongué’.

Se las ingenió para hacer las versiones más estrambóticas de ‘Baby’, ‘Let it be‘, ‘Hotel California’, y muchas otras, sin recibir demandas multimillonarias. Innegablemente fueron un suceso, pues todos las teníamos en nuestro radar y trascendió fronteras, siendo reconocido por varios artistas internacionales.

Tuvo también su coqueteo con la política, quizá pensando que podía emular a alguna famosa ex congresista, aunque su rol más conocido, en esa arena, fue la promoción de la candidatura presidencial del periodista Jaime Bayly, a quien lo compuso la canción: ‘Jaime pa´ presidente’…‘Era un niño muy diferente a todos los demás…’ empezaba el tema. Tiempo después postuló sin suerte al Congreso de la República y apoyó alguna que otra candidatura.

No estuvo ajeno a diversos señalamientos por algún acto impropio que el negó siempre y otras controversias.

Los últimos años se las pasó más atendiendo su precario estado de salud, una insuficiencia renal, agravada por diabetes, que en los escenarios o grabaciones.

Tongo’ representa al Perú. Al inmigrante provinciano que y llega a la capital a forjarse un destino. Al emprendedor que bien empieza vendiendo lo que sea necesario en la calle, y que cuando descubre un talento particular no para hasta lograr su sueño.

Tenía una voz privilegiada y explotó al máximo su veta de parodiar temas famosos. Era el engreído de los medios de comunicación. Se paseaba por todos los canales y hacía un espectáculo de cada entrevista.

Abelardo se ha ido a cantar al cielo y estoy seguro que cuando San Pedro le pidió su identificación el emitió su famoso: ‘juaiii juai pituca laus mi’… y las puertas se abrirán.

Extrañaré tu despedida: ‘saludos a los Tonguitos’ como cariñosamente recordabas a mis hijos a quienes conociste en los días de radio. Por ahora, anda alborota a todos por arriba. Hasta encontrarnos.

Guillermo Ackermann MenachoDesde hace más de cuatro décadas me desempeño como gestor en el campo de las comunicaciones, marketing y responsabilidad social, tanto en empresas del mundo corporativo, instituciones con fines sociales, medios de comunicación, radios, televisión, digitales, así como en la producción de contenidos audiovisuales, publicidad, documentales, videos institucionales y diversos programas. He sido productor ejecutivo de material producido en 24 países. Desde mi juventud he participado en diversas iniciativas sociales, deportivas y religiosas, como promotor y voluntario. Soy un convencido que este mundo se puede cambiar si cada uno pone su granito de arena y, en lo que hago, trato de poner el mío.

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