La realidad nacional, punto de partida de la construcción del futuro.
Un concienzudo y reflexivo análisis acerca de la realidad nacional, no da la certidumbre que en los últimos treinta años, el proceso de crecimiento ha estado marcado principalmente por los aspectos políticos, sociales y económicos, situación que, en la práctica, ha establecido diferencia y distingos sociales en cuanto a las oportunidades de acceso y uso de bienes y servicios, condición que en la actualidad se ha desmejorado aún más, y sirve de caldo de cultivo para estallidos sociales promovidos desde el exterior por el llamado socialismo del Siglo XXI, e internamente por el neosenderismo.
Es evidente que la calidad de vida de gran parte de las familias peruanas esta sintiendo los efectos de la desequilibrante situación, que muestra claramente, preocupantes índices que se expresan en el aumento de la pobreza extrema, creciente comercio informal, la mendicidad, comercio informal, ilegalidad, trata de personas, drogas, terrorismo, crímen organizado, exclusión social y riesgos a la salud. Todo ello, se vive, no solo en las ciudades, sino que por efectos de la migración, se extiende a lo rural, donde la falta de gestión de parte los gobiernos central, regionales y locales, hace que crezca el descontento, la carestia y la desigualdad y por ende la ingobernabilidad y corrupción, es decir, todos los vicios republicanos.
Se hacen diagnósticos cada cinco años, se precisan las causas, se muestran algunas politicas del gobierno con las posibles soluciones, pero en la parte de gestión, se estanca. Se vive el dia a dia. Se práctica la táctica del bombero. De ello, son responsables, el mismo Estado y las autoridades que nos gobiernan y administran, pues no asumen sus roles protágonicos al no instalar plataformas de servicios eficientes respecto a la gestión pública, a fin de dar soluciones concretas y significativas, en especial, a los que menos tienen.
Si hablamos sobre institucionalización, que todos reclaman para sí, veremos que éstas han mostrado carencias que se demuestran en una deficiente cobertura de asistencialidad y beneficios, las que no funcionan por la falta de partidos polticos fuertes y grupos de interés dinámicos, no alcanzándose una visión compartida de lo que queremos ser. Que al no recurrir a la institucionalidad sino al tarjetazo o clientelismo o favoritismo, se está dejando de lado la meritocracia asi como la asociacion con las universidades y los institutos tecnológicos, que bien podrían ofrecer soluciones novedosas y útiles para el país. En resumen, si no optamos por la modernidad, y nos aferramos al pasado, seguiremos con la cultura del sudesarrollo.
La solución a las crisis políticas, sociales y económicas, que nos afectan, de manera continua y casi permanentemente, y que da origen a estallidos sociales seguidos de estados de emergencia, depende de los gobiernos, que no elaboran políticas públicas, que estimulen y protejan la iniciativa local o regional, al no establecer, a largo plazo, el desarrollo sustentable y sostenible, que proyecte al Perú, a ser una nación que luche por reducir desequilibrios sociales, y que use debidamente el potencial nacional para alcanzar la seguridad integral, en la cual el ciudadano mismo, tras saber elegir eficientes y honradas autoridades, consiga el bien común.
Victor Velasquez Perez Salmon. Coronel del Ejército del Perú en Situación de Retiro. Se ha desempeñado como Catedrático de Historia Militar en la Escuela Superior de Guerra, Director de la Comisión Permanente de Historia, y miembro del Proyecto Ejercito 2001. Es autor de varias publicaciones de historia, ensayos, poesía y cuento.
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