En nuestra última columna anunciábamos que, tras todos los escándalos y evidentes malos manejos en la FPF, ésta había entrado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), y sabemos que siempre el pronóstico será reservado. Hoy día damos otra mala noticia: el paciente ha entrado en coma irreversible, irrecuperable (aunque, pensándolo bien, quizá no sea tan mala la noticia). El diagnóstico: corrupción.
No se han falsificado las firmas, solo se han usado firmas digitales sin el conocimiento, ni consentimiento de los firmantes, en diferentes resoluciones de la Comisión de Disciplina. Palabras más, palabras menos, ése es el mensaje de la FPF.
Se me vienen a la memoria los recordados: ‘no se cayó, se desplomó…’, o ‘no es plagio, solo se utilizaron fragmentos de otras tesis…’, frases tristemente célebres de recientes casos que solo hablan de la descomposición de la sociedad peruana.
Pero también recuerdo otra historia que recurrentemente uno trae a colación… Al Capone cayó por evasión de impuestos, no por las numerosas y terribles actividades criminales que realizaba…
Para contextualizar. El día viernes le llegó a los 4 clubes, mal denominados ‘rebeldes’, del torneo profesional (Alianza Lima, Melgar, Cienciano y Binacional) una Resolución de la Comisión Disciplinaria de la FPF en la que les daban un ultimátum para que en 48 horas firmaran el modificado reglamento de marketing y derechos comerciales del Torneo Liga 1 lo cual compromete sus derechos de trasmisión de Liga 1, o en su defecto bajarían a la Liga 2, entre otras posibles sanciones.
Semejante despropósito evidencia la incapacidad de gestión y la falta de compresión que el fútbol NO ES PROPIEDAD DE LA FPF, es de la gente. Que los clubes son privados y hay toda una cadena de valor que depende de ellos: jugadores, comandos técnicos, personal administrativo, directivos y principalmente la hinchada.
La FPF por mandato y delegación de FIFA debe gobernar los torneos oficiales, administrar la justicia deportiva, asegurar el respeto a las reglas del juego, y sobre todo el desarrollo de las distintas categorías del deporte y las selecciones nacionales. Pero ningún estatuto ni mandato establece que los dirigentes, quienes sean, pretendan manejar el futbol como si fuera su chacra, como una empresa de su propiedad, ni mucho menos maltratando y vejando a sus actores principales. Y mucho menos manchándose las manos de corrupción en contra del objetivo final del fútbol.
Dos días después, ya en domingo, mientras en redes circulaba una foto del mandamás de CONMEBOL, felicitando a su amigo Lozano por su cumpleaños y lo conminaba a seguir trabajando por el desarrollo del fútbol en la región (alguien debería contarle que más bien en Perú su amigo ha destruido todo el desarrollo que se empezó entre el 2015 – 2018), estaba llegando a las redacciones periodísticas una nueva Resolución que la mencionada Comisión Disciplinaria había enviado a los mismos cuatro clubes, dejando sin efecto, de manera inmediata, todas las Resoluciones anteriores que hubiesen podido recibir sobre el mismo tema.
Esta situación, cuando menos extraña, dejaba muy mal parada a la FPF, y era importante saber qué había sucedido.
El día lunes se hizo público el documento completo en el cual los integrantes de aquella Comisión dejaban constancia que las Resoluciones emitidas y enviadas habían sido sin conocimiento, ni consentimiento, de sus integrantes y que por tanto nunca debieron ponerse sus firmas electrónicas y mucho menos enviarse.
Preguntando a abogados expertos en esta materia, nos indicaban que lo primero que había sucedido se llama una ‘falta al debido proceso’. Por otro lado, si bien no se podía hablar de falsificación de firmas, se podría haber incurrido en ‘falsedad genérica’, por haber incluido en un documento firmas de personas que no habían dado su autorización.
Esto no solo es una falta administrativa, es un delito.
Como era de esperarse los primeros indicios señalan a un secretario que cometió esta ‘ligereza’, es decir, ya tienen un chivo expiatorio. Pero vamos a preguntarnos ¿alguien cree que en esta nefasta gestión un ‘secretario’ de una comisión le puede decir a Alianza, Cienciano, Melgar y Binacional, señores o firman, o se van a segunda?. MENTIRA, otra flagrante MENTIRA. Acá hay una responsabilidad grave que remece a toda la institución.
Pero recordemos que hace tan solo dos semanas atrás, luego del segundo allanamiento de la fiscalía a la sede de la FPF, y de haberse comprobado que en unas habitaciones habían numerosas piezas de la indumentaria deportiva de las selecciones (120 pares de zapatillas, entre otras), el titular de la Federación, lejos de mostrar indignación y de comprometerse a ir hasta el fondo del asunto, por lo menos para ‘hacer la finta’ e intentar dar alguna explicación, dijo algo así como que ‘hay que preguntarle al utilero, el sabrá por qué lo hizo’.
Agravando su vergonzosa respuesta con una nueva frase mentirosa: ‘los utileros trabajan 24 x 7, por eso duermen en la Federación’. De esta manera pretendía engañar nuevamente a la opinión pública culpando a terceros. Evadiendo su responsabilidad. Es falso que se necesite a un utilero los siete días de la semana y que por eso tienen que estar viviendo en Videna, mucho menos cuando ni siquiera hay seleccionados en actividad. Aprovechó además para decir que no eran de Chongoyape, su tierra, esos ‘extraños inquilinos’.
Muy rápido el Fiscal lo desmintió indicando que confunde a la opinión pública. Ya la Fiscalía determinará, lo que es muy difícil de ocultar por la cantidad de indicios, que en el interior del recinto de la FPF funciona una red de comercio ilegal de indumentaria en el mercado negro, y el que la dirige NO es precisamente el utilero.
Y si vamos más atrás cuando el presidente de la FPF fue encontrado culpable de dirigir una red de reventa de las entradas de la selección, uno de los principales implicados era su cuñado, quien trabajaba en la FPF a pedido suyo.
El mismo Lozano se hizo el desentendido, a pesar de la contundencia de la investigación y culpó a su pariente. Después del castigo que recibió de parte de CONMEBOL, por ser revendedor, curiosamente nombró al mismísimo cuñado Comisario de la Liga 1, y posteriormente lo mandó a Asunción para que se capacite en CONMEBOL y se convierta en oficial de Seguridad. ‘No sé como llegó a la FPF. Yo no recomiendo a nadie’. Una farsa más, que nadie le cree.
Pero regresando al incidente de las firmas digitales. Por tercera vez en dos meses Fiscalía de la Nación ha ido a recabar información a la Videna, esta semana, para incluirla en la investigación por organización criminal que le sigue al presidente de la FPF, su directorio y otros funcionarios.
El día martes hubo un directorio muy candente, desde las 10 de la mañana, que solo fue interrumpido por la llegada de los fiscales. Otra vergüenza internacional.
El fútbol peruano está en coma. Y esta dirigencia y los supuestos vigilantes, falsos valores, lo están llevando al cementerio.
Felizmente aún hay algunos vestigios de salvación. Los llenos en la Liga 1 de los clubes más populares. El mejor papel cumplido en los torneos internacionales, comparado con los últimos años. Y sobre todo una hinchada, la mejor del mundo, que no dejará morir al paciente.
Fuerza Perú. Cayó Castillo. Ya cae Lozano
Guillermo Ackermann Menacho. Desde hace más de cuatro décadas me desempeño como gestor en el campo de las comunicaciones, marketing y responsabilidad social, tanto en empresas del mundo corporativo, instituciones con fines sociales, medios de comunicación, radios, televisión, digitales, así como en la producción de contenidos audiovisuales, publicidad, documentales, videos institucionales y diversos programas. He sido productor ejecutivo de material producido en 24 países. Desde mi juventud he participado en diversas iniciativas sociales, deportivas y religiosas, como promotor y voluntario. Soy un convencido que este mundo se puede cambiar si cada uno pone su granito de arena y, en lo que hago, trato de poner el mío.
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